Amadeo Roca lleva su pintura clásica al Museo de Bellas Artes sevillano

El pintor Amadeo Roca es uno de los últimos personajes vivos de un tiempo que revolucionó el arte, la política y la literatura. Roca nació en Valencia en 1905 y pasó en su juventud por París, la entonces capital mundial del arte y la literatura. La consejera de Cultura, Carmen Calvo, inauguró ayer una exposición dedicada a Roca en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Roca participó en el Salón Internacional de París en 1933. Su obra Lagarteranas le dio la medalla de plata tras competir con pintores de la talla de Ignacio Zuloaga o Alfonso Grosso. Francia reconoció años más tarde el vínculo de Roca con este país al nombrarle caballero de la Orden de las Artes y las Letras. La guerra civil truncó la trayectoria del pintor valenciano. Roca regresó a España en 1938. Al principio, tuvo que dedicarse a la enseñanza para poder vivir. Luego, reinició su carrera pictórica. La Generalitat valenciana adquirió recientemente 117 de sus obras para el Museo San Pío V. La exposición de Roca recoge obras pintadas entre 1922 y 1998. Entre ellas, destaca Destrozo, fragmento de una obra original -Bodas en Ibiza- que fue destruida casi totalmente en 1936. La pintura de Roca es figurativa, destaca por su dominio del dibujo y sigue de forma fiel la tradición clásica española.