Yllana sitúa su último montaje en el corredor de la muerte
Cuatro convictos esperan su ejecución en el corredor de la muerte. Con esta excusa, que de graciosa no tiene nada, el grupo de humor gestual Yllana ha montado su último espectáculo, 666, que se presenta durante unas semanas en el teatro Alfil. La gente de Yllana reconoce que el tema es bastante espinoso. Sin embargo, han conseguido convertir en comedia cuestiones relacionadas con la pena capital. "Se trata de dar una vuelta de tuerca a la realidad", explica David Ottone, director de 666.
El grupo Yllana se vuelca esta vez con el humor negro y, dentro de ese tipo de espectáculos, no se puede pedir más: en 666 aparecen desde sillas eléctricas hasta ejecuciones que terminan siendo desastrosas. Se habla de la relación de los convictos entre ellos o con los guardianes, siempre desde un punto de vista mordaz y absurdo. "Nos apetecía hacer un montaje salvaje. Intentamos llevar la comedia al límite, pretendemos ver cuáles son los límites de la comedia, buscar el lado negro y más oscuro del ser humano", declara Ottone, director de este espectáculo. Este montaje es el tercero de los que realiza este grupo integrado sólo por hombres y cuya actividad no se limita sólo a montar espectáculos, ya qye son también los gestores del teatro Alfil, dedicado en los últimos tiempos a espectáculos de humor.La primera parte del espectáculo gira en torno a los cuatro convictos que llegan a la cárcel y la relación que mantienen. En la segunda, se ofrecen una sucesión de ejecuciones "con un final diabólico", tal y como avanzan en la compañía. Además, el público, según comenta uno de los actores, no "va a estar tranquilamente sentado en sus sillas".
Sobre la ocurrencia de situar un espectáculo cómico en un corredor de la muerte, los de Yllana declaran que, a pesar de que se trata de su montaje más arriesgado, han acertado plenamente. "Cambiamos las situaciones de contexto, pero no banalizamos nada. Nosotros somos cómicos, nos dedicamos a la comedia y vemos las cosas desde un punto de vista cómico", declara Ottone.
"Creo que tratamos todo con humor sutil. En nuestros espectáculos no hay realismo ni naturalismo.Intentamos alejar las situaciones de la vida real, presentarlas sin que se parezcan a la realidad. Es la manera de que el público se sienta relajado durante la función. El gran éxito consiste en crear números muy fuertes con los que se ría el público", expone Antonio de la Fuente, uno de los actores. Yllana quiere dejar claro que tampoco se dedican a realizar una crítica con su espectáculo. "Nuestro trabajo se basa en el humor, intentamos que el público lo pase bien". apunta Ottone.
En este montaje, la compañía ha incorporado a su habitual trabajo corporal y gestual técnicas de magia.
666, en el teatro Alfil (Pez, 10. Metro Noviciado) hasta el 28 de marzo. De miércoles a sábado a las 23.00. Domingo, 18.00. 2.000 pesetas.
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