Nuevo argumento

La designación de Javier Arenas como secretario general del PP ha dado otro argumento a los socialistas en su batalla con su principal rival. El PSOE, que opina que Arenas no será el candidato a la Junta, utilizará el nombramiento para subrayar el mensaje de que el PP da por perdida las elecciones autonómicas y tiene sobre la mesa un informe de prensa en el que se recogen declaraciones gruesas del nuevo ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, al que ven como sustituto. Frases como "ha tirado la toalla", "huida despavorida", "se dan por derrotados" salieron ayer de la boca del secretario de Organización socialista, Luis Pizarro. El responsable regional afirmó que el PSOE "está perfectamente preparado para enfrentarse con cualquier candidato, sea el que sea" y que, al margen de los talantes personales, "las mentiras del PP están ahí y los demandas sobre el censo, el sistema de financiación y la deuda histórica están sin resolver". Aunque los socialistas no exteriorizan euforia, sí hay una cierta alegría en sus filas: son conscientes de que hay dos hechos que han metido presión a los partidos competidores. Por un lado, el posible adelanto de las elecciones autonómicas, apuntado por el jefe del Gobierno andaluz la semana pasada en Bruselas; y por otro, el que Arenas, el mejor cartel del PP, se aleje de competir por tercera vez consecutiva frente a Chaves. Tanto el PA como IU, señalan fuentes del PSOE, juegan a ser necesarios en la gobernabilidad y una mayoría absoluta del PSOE en los comicios autonómicos, que ven aún más al alcance sin Arenas, los dejaría fuera de juego. "El mejor termómetro de esa presión es el coordinador de IU, Antonio Romero, que se ha mostrado compungido por la marcha", dijo Pizarro, quien se mostró escéptico acerca de una mejora de las relaciones institucionales.