La firma de perfumes malagueña exporta a 40 países en todos los continentes Empresarios de olfato
EMPRESAS» De Ruy PerfumesHace falta un buen olfato -y no sólo comercial- para haber creado de la nada una empresa como ésta. De Ruy Perfumes nació en 1965 de Campomar, un pequeño negocio familiar, y 34 años más tarde se ha convertido, según Antonio Ruiz, su presidente, en la fábrica de perfumería "más importante" de Europa. No lo dice porque sí. El ejercicio pasado facturó unos 1.500 millones, exporta a más de 40 países "en los cinco continentes", da trabajo a 100 personas y tiene dos plantas de producción: una en el polígono industrial de Antequera (Málaga) de 8.000 metros cuadrados y, desde 1993, otra en Tetuán (Marruecos) de 2.500. Campomar surgió cuando el padre de Antonio Ruiz, "un hombre emprendedor", se asoció con el dueño de una droguería y un representante de productos cosméticos. En 1984 compraron Nike, una empresa de perfumes almeriense con "una gran tradición" que funcionaba desde 1929 y que, a pesar del nombre comercial, no tiene nada que ver con las prendas deportivas. Las dos juntas recibieron un nuevo nombre: De Ruy. La empresa cierra todo el ciclo de producción. "Partimos de una idea, elaboramos el producto, lo envasamos según un diseño propio, y los distribuimos". En la fábrica de Antequera, donde hay un alto nivel de automatización, no hace falta tener el olfato muy fino para saber de qué están llenas las bodegas. Allí se mezclan los productos alcohólicos, se dejan macerar entre 15 y 45 días, se filtran y se envasan en una cadena de montaje y se producen los productos de higiene personal "Somos una empresa atípica en un lugar atípico", asegura Ruiz.Lo dice sobre todo por la "carencia empresarial que existe en Andalucía y por su "época tradición" de perfumería. "Aquí no existen infraestructuras, no hay servicios de acondicionamiento como empresas vidrieras para frascos de perfumería fina, taponería de lujo o fábricas de esencias", se queja Ruiz, quien dice que "es difícil encontrar suministro en la región para una industria tan técnica". Pero De Ruy también es atípica porque exporta el 85% de su producción. "Nacimos con una clara vocación de salir a los mercados exteriores", comenta Ruiz. No en vano su primera planta estuvo situada en Ceuta. Quizás por ello, son "el número uno" en los países del Magreb. "Pero también estamos en América, Europa y Oriente Medio y, a pesar de la crisis económica, en el Lejano Oriente, como en Singapur o Taiwan". Es algo que se ha conseguido, según su presidente, apostando por los últimos avances tecnológicos dentro del sector y por la investigación. "Es difícil encontrar una planta robotizada a nuestro nivel", asegura su presidente. Y desde luego en la planta se ven muchas más máquinas que personas trabajando. Otra de las claves del éxito es someter los productos a "un estricto control de calidad". Tanto el contenido como el continente. En el laboratorio, que está en el mismo polígono industrial de Antequera y donde el olor a perfume es aún más intenso salvo en la sala acondicionada para catar con la nariz el resultado, además de desarrollar nuevos productos, se controla que tanto los que entran como los que salen de fabricación cumplan con todos los requisitos. Campomar comenzó fabricando productos de higiene de gran consumo. De Ruy dio el salto a los de gama media y alta, que se distribuyen en 50% en droguerías, en un 40% en comercios especializados en perfumería selectiva y en un 10% en tiendas de alimentación. No todos son "productos alcohólicos" -como los llama Ruiz y que el resto de los mortales conoce por colonias- también fabrica cosméticos, como desodorantes o cremas hidratantes, cuyos nombres son tan exóticos como poco conocidos en España, quizás por haber estado volcados en el exterior. Nike, Fun Water, Fun Water Woman componen, entre otras, sus marcas principales de perfumería selectiva; Atrevida, su línea media y Sport Man, Sport Woman, Su Primera Sonrisa o Fashion and Fragances -una línea de productos cosméticos- su gama media. Las materias primas son para todas igual, aunque no su composición: agua, alcohol y alguna de las esencias que importan de todo el mundo y que cuida como oro en paño ya que el kilo de alguna puede llegar a costar dos millones de pesetas. ANA L. ESCUDERODirección Edificio Viapol Sevilla (Sevilla). Tf. 954 66 14 61. Empleos 100 Facturación 1.500 millones Producción Productos de perfumería y de higiene Un altísimo nivel tecnológico y unos estrictos controles de calidad son las claves del éxito de la compañía
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