Campañas
El movimiento social a favor de destinar el 0,7% de nuestro producto interior bruto (PIB) a programas de desarrollo de los países más empobrecidos es quizá una de las expresiones cívicas que más reconocimiento han tenido y tienen en amplios sectores de la sociedad española y fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, el 0,7 como símbolo de una mayor solidaridad, una mejor cooperación y una mayor transparencia en los fondos va camino de prostituirse de la mano de empresas que utilizan este símbolo para sus fines comerciales.La campaña publicitaria de una empresa tabaquera -que degrada nuestro medio ambiente y nos mata, y mata a los pueblos empobrecidos poco a poco con sus humos- anunciando sin fortuna destinar el 0,7 a una anónima ONG nos advierte de que no hay escrúpulos a la hora de vender. La misma empresa que se carga el medio ambiente y frena el desarrollo humano sostenible es la misma que ofrece destinar una cuota de su macabro beneficio a los empobrecidos que han sobrevivido a la catástrofe medioambiental.
Creo que ya va siendo hora de explicar a la opinión pública el trato que dan estas multinacionales del tabaco a los trabajadores del Sur, la distribución de sus excedentes en esos y exclusivos países, los diferentes niveles de nicotina que se utilizan si se distribuye según si es hacia un país del Norte o del Sur. También creo que a lo mejor esta denuncia desemboca en un boicoteo activo contra la empresa y sea esta campaña la que posibilite juntar las voluntades activas de ecologistas en acción, asociaciones de vecinos y consumidores, sindicatos y, por supuesto, cómo no, de las propias ONG. Nosotros, desde el 0,7, no nos mantendremos con los brazos cruzados. Deseamos que los diversos sectores de la sociedad se pronuncien y, si es posible, nos movilicemos.- Portavoz de la Plataforma 0,7.
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