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IU y PSOE preparan el diálogo con duras descalificaciones

No hay manera. Los acuerdos entre el PSOE e Izquierda Unida sólo serían posibles si se condenase al silencio a quienes tienen que negociarlos. Ayer, cuando la carta del coordinador general de IU, Julio Anguita, al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, ni siquiera había sido escrita, ambas partes se enzarzaron en un cruce de declaraciones que rozaban -y hasta traspasaban- la frontera del insulto.Los representantes de las dos organizaciones de izquierda dominan sin duda el género epistolar. Pero, a juzgar por lo que la realidad demuestra, más como fórmula novelesca que como instrumento para dejar constancia de los compromisos de una u otra parte. ¿Quién fue ayer el primero en romper las hostilidades? Tampoco es que importe demasiado y, posiblemente, no habrá manera de saberlo. Pero lo cierto es que ya muy de mañana el PSOE echaba las patas por alto y por boca de Joaquín Almunia, siguiendo la línea argumental del candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, ponía en cuestión la voluntad de diálogo de IU mientras ésta permanezca en el Pacto de Lizarra. Lo curioso es que en Lizarra no va a a estar durante mucho tiempo la organización de Anguita y, en cualquier caso, su negativa a abandonar el pacto es casi una negativa a aceptar las propuestas socialistas.

Julio Anguita replicaba poco después al secretario general del PSOE. Y lo hacía en tono muy andaluz. Reducía a Borrell y a Almunia a la categoría de "criaturas que no se enteran de nada". Y resaltaba la contradicción socialista de que, mientras el responsable de política municipal del PSOE, Alfonso Perales, proponía un diálogo sobre política municipal, "la otra criatura" -en referencia a Almu-nia- pusiera "condiciones que no tienen nada que ver".

Mandíbula de cristal

A todo esto, Alfonso Perales no tenia más remedio que salir en defensa de sus dirigentes haciendo notar que Anguita es "como un boxeador con mandíbula de cristal", que no aguanta la más mínima crítica. Así las cosas, el coordinador de IU se recluía en su casa para elaborar la carta a Joaquín Almunia que, según comentaba a alguno de sus más cercanos, le va a hacer arder el pelo.El caso es que tanto Perales como sectores cualificados de IU coinciden en que el diálogo es necesario, que no se puede permitir ni un solo ayuntamiento en manos de la derecha por falta de acuerdos en la izquierda, y que IU y el PSOE deben aparecer unidos ante los votantes. Y más. Creen firmemente que, sin necesidad de firma alguna, habrá acuerdos postelectorales entre ambas formaciones.

¿Entonces? Entonces, nada. Fuentes socialistas, que coinciden en este caso con otras de IU, no creen posible acuerdo alguno y, además, piensan que estos intentos están sirviendo para romper cualquier posibilidad de acercamiento más que para limar asperezas. Cualquier acuerdo, dicen, tendrá que ser tras las elecciones municipales y autonómicas de junio. Es otra posibilidad.

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