BAT y Rothmans se fusionan para crear la segunda mayor empresa tabacalera del mundo

British American Tobacco (BAT) y Rothmans anunciaron ayer un acuerdo de fusión para la creación de una multinacional del tabaco valorada en 1.300 millones de libras (cerca de 1.833 millones de euros o 320.000 millones de pesetas). La operación creará la segunda mayor tabacalera del mundo, si se excluye el monopolio tabaquero chino, y una amenaza para el liderazgo mundial de Phillip Morris en el sector. Es también, según las previsiones del mercado, el puntapié inicial de una nueva oleada de fusiones y adquisiciones de una industria atacada por todos los frentes.

La nueva empresa, que mantendrá el nombre de BAT, no superará en producción ni en facturación a la líder mundial del mercado, la estadounidense Phillips Morris. El acuerdo de fusión es el resultado de un par de meses de negociaciones y responde a un exceso en la producción mundial de cigarrillos, contra una reducción de la demanda en los países industrializados, en un ambiente crecientemente impopular para los fumadores.La nueva multinacional controlará cerca del 16% del mercado mundial, en directa competencia con el líder del sector. Según las estimaciones de BAT, Phillips Morris posee una cuota del 17% gracias a su marca estrella, Marlboro. Sin embargo, la compañía tabacalera más grande del mundo por producción de cigarrillos es la Compañía Nacional de Tabacos de China (CNTC), pero, como es un monopolio estatal y no compite en el mercado internacional, no se la considera a la hora de establecer el liderazgo en el mercado del tabaco.

La nueva BAT suma un volumen de negocio de casi 13.400 millones de euros (2,2 billones de pesetas) y da empleo a 70.000 personas en todo el mundo. En España tiene oficinas comerciales y ayer, precisamente, anunció la subida de 10 pesetas el precio de Lucky Strike, Pall Mall, Viceroy y Royal Crown. Además de estas marcas, cuenta con Benson & Hedges, Peter Stuyvensan, Kent, Dunhill, Players, State Express 555 o la propia Rothmans.

Unión para el liderazgo

"La fusión representa un paso importante en nuestro objetivo de convertirnos en la tabacalera más importante a escala internacional", señaló ayer Martin Broughton, presidente de BAT. La operación queda pendiente de la aprobación de las diversas autoridades internacionales en materia de competencia y podría concluirse en la segunda mitad del año. BAT controlará el 65% de la nueva multinacional, mientras que los actuales propietarios de la firma suiza Rothmans, la familia surafricana Rupert, a través de la firma de lujo Richemont y el grupo de inversión Rembrandt, se repartirán el resto del accionariado. Para hacer este reparto se realizará una ampliación de capital en acciones preferentes por el 35% de la nueva compañía. Además de tabaco, Rupert incluye Vendôme, tercera firma mundial en artículos de lujo.

Con la fusión de BAT y Rothmans, actualmente segunda y cuarta compañía tabacalera del mundo, sus responsables proyectan un recorte de costes de 250 millones de libras (unos 350 millones de euros) anuales a partir del tercer año de su puesta en marcha. Esta reducción será posible merced a una reestructuración de las plantillas de ambos grupos, que no ha sido detallada.

La nueva tabacalera tendrá una presencia dominante en Latinoamérica, África, Asia y Australia y un fuerte empuje en Europa y EEUU. Los inversores respondieron con optimismo y las acciones de ambas compañías subieron en los mercados bursátiles. En Londres, las firmas rivales,Gallagher e Imperial Tobacco, también cotizaron al alza debido a las especulaciones de nuevas adquisiciones o fusiones que apuntan a una mayor concentración.

Grupos de presión como el británico Ash (Ceniza) rechazaron las ventajas comerciales y advirtieron sobre su "impacto negativo en la salud. (...) Morirá más gente porque la nueva compañía tendrá más recursos para enfocar su estrategia en los países subdesarrollados y en ganarse nuevos fumadores", dijo un portavoz de la asociación.