Ensañamiento y acción política
T emerosos los dirigentes del PP andaluz de convertir al alcalde de Marbella, Jesús Gil, en una víctima han de conjugar esta semana un difícil equilibrio: ejecutar una clara acción política y, al mismo tiempo, evitar el ensañamiento de alguien que hasta hace muy poco ha sido compañero de viaje en el proyecto común de hacer frente a los socialistas en la Costa del Sol. Una preocupación de los populares que, a pesar de todo, deberá quedar al margen de la decisión ya adoptada para facilitar la moción de censura y que hoy se formalizará, para desbancarle así de la presidencia de la Mancomunidad costasoleña. Estamos pues en lo que parece el principio del fin de la carrera política de un dirigente antes acunado por los mismos que ahora nada quieren saber de él. Puede, por tanto, a tenor de cómo se las gastan algunos personajes importantes de este país al ingresar en prisión, que determinados mandatarios se echen a temblar a partir de ahora ante la munición que cuidadosamente ha podido guardar el polémico edil colchonero. De ahí que en los próximos días no se descartan anuncios escandalosos, amenazas de tirar de la manta y sin olvidar tampoco aquella advertencia tan nuestra de que "cada palo aguante su vela". Será sin duda una cuestión a estudiar en la permanente del PSOE andaluz que hoy celebra reunión de su ejecutiva regional. En su horizonte, al margen del análisis que se efectúe sobre los frentes abiertos con el Gobierno central figura despejar incógnitas en torno a cuestiones más domésticas. Municipales En este capítulo se incluyen los posibles acuerdos para las próximas elecciones municipales con el PDNI, proceso más complicado en Andalucía que en otras latitudes. Hasta el punto que uno de sus máximos dirigentes, Jerónimo Andreu, ha llegado a lanzar todo un desafío a los socialistas. Está dispuesto a presentarse como candidato a la alcaldía de Cádiz en caso de no fructificar la coalición deseada con el PSOE. Una autoproclamación a la desesperada que ha dejado en mal lugar, sobre todo, a las bases de su propia formación que desde luego albergaban otros planes bien diferentes antes que poner como número uno de su lista al propio Andreu. También el PA celebra reunión de trabajo. Estos para estudiar la estrategia a seguir en el nuevo ejercicio y que tiene un primer reto en la oferta de diálogo planteada por el PP para el desbloqueo de los contenciosos que mantiene con la Junta de Andalucía. Mientras tanto, los populares por fin comienzan a reaccionar ante la jugada de Manuel Chaves con la mejora de las pensiones asistenciales y no contributivas en Andalucía. De exclamar el secretario general del PP andaluz, Juan Ojeda, de forma tímida y claramente desbordado, un "está en su derecho", se ha pasado a una beligerancia más contundente. Una ofensiva en toda regla contra esta iniciativa que, como se ha visto, tanto ha molestado a Javier Arenas. Todo eso a las puertas del congreso nacional del PP cuyos designios se desconocen, excepto por parte del presidente José María Aznar, el gran hacedor y único artífice de esta nueva operación política. Al margen de la alta política, la lucha cotidiana pasa por asuntos más incómodos, como por ejemplo resulta ser el desgraciado accidente de la caída del muro del Bazar España, que acabó con la vida de cinco personas en Sevilla. En esta semana se insistirá en la convocatoria de un pleno extraordinario, ya aceptado por Soledad Becerril, y también en la necesidad de poner en marcha una comisión investigadora. Habrá que preguntarse que hasta cuándo todo el peso político de este grave caso va a seguir recayendo en las frágiles espaldas del concejal andalucista y delegado de Urbanismo, Mariano Pérez de Ayala. ANTONIO YÉLAMO
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