CUEVA DEL AGUA El oasis más cercano
Los responsables del Parque Natural de Huétor, en la provincia de Granada, presumen de que el suyo es uno de los espacios naturales más visitados de Andalucía. Calculan que el pasado año pasaron por él cerca de 250.000 personas, de las que 30.000 acudieron también al centro de interpretación de fauna y flora. Además de en su rica biodiversidad y en el atractivo de sus parajes, el director del parque, Carlos Norman, encuentra la explicación a tan alta concurrencia en la proximidad de la Sierra de Huétor Santillán con la capital granadina. Algo que la convierte en una suerte de jardín periurbano. "Las buenas comunicaciones por carretera permiten acceder a la cabecera del parque en poco más de 20 minutos desde el centro de la ciudad", explica el director. El de Huétor es uno de los parques más pequeños de la región. Cuenta con una extensión de 12.428 hectáreas, en las que predominan los pinares, los encinares, quejigares y algún ralo robledal. Pese a su reducido tamaño, en él viven cerca de 25 especies de plantas autóctonas y 7 endemismos animales. La principal característica de las serranías donde se enclava es el origen cástico de sus sustratos geológicos, "es decir, la riqueza de carbonatos en sus suelos", aclara Norman. Dicha composición ha dado lugar a varias cuevas en la comarca, como la de El Gato o la de El Agua. Esta última, y en especial los parajes que la circundan, merecen una excursión por sí mismos. Situada en las entrañas del Collado del Agua, a 1.400 metros sobre el nivel del mar, la gruta se esconde al fondo de un estrecho pasillo natural excavado en la roca. El agua ha tallado a través de los siglos una gruta de unos 50 metros de ancho por unos 20 de alto. De su caprichosa bóveda colgaron en algún tiempo pequeñas estalactitas, pero la mano del hombre se ha encargado de dejarla tan lisa como el canto de un río. "Una cueva bien conservada es un cueva cerrada. Ésta ha sido siempre accesible y su salud se ha resentido", lamenta el director del parque. La gruta ha tenido diversos usos a lo largo de los años. Durante un tiempo sirvió de aprisco para el ganado de los pastores de la zona. Y en plena Guerra Civil cobijó a soldados de ambos bandos. "De hecho, el parque fue frente de batalla durante el acoso a Granada de las tropas nacionales. Los restos de algunas trincheras salpican todavía varias laderas". Carlos Norman recomienda visitar la cueva tras temporadas de lluvia. "Entonces caen desde el techo las estelas de agua que dan nombre al lugar y producen una agradable música al caer sobre el pequeño lecho que se forma en el suelo". Fue precisamente esta buena sonoridad la que animó a alguien, mejor no saber quién, a excavar una especie de escenario en su interior. "Fue hace unas décadas. No sé si hubo algún concierto, pero el daño es ya irreparable", se queja el responsable. El paso más franco hasta el collado es el sendero de El Agua. En apenas dos horas y media se pueden caminar los 6 kilómetros y los 300 metros de desnivel, en ascensión, que separan la cueva del centro de interpretación. Norman considera que es una excursión accesible incluso para niños pequeños. Una vez arriba, las vistas sobre Sierra Nevada y las serranías cercanas avalan el esfuerzo. Es difícil encontrar algún animal en este corto trayecto, pero en todo el parque están contabilizadas cerca de 500 cabras hispánicas. Abundan los jabalíes, los zorros, garduñas e, incluso, una decena de escurridizos corzos pastan en las serranías. Aves rapaces, en especial azores, gavilanes y águilas reales tienen aquí también su territorio de caza. Una buena representación de la fauna del parque puede verse en el propio centro de interpretación. Datos de interés El acceso al Parque Natural de Huétor se realiza a través de la A92. El centro de interpretación se encuentra en Puerto Lobo. Teléfono: 958540426. Abre a diario al público de 10 a 14 horas.
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