El secreto del tráfico fluido
Cuando el tráfico alcanza una determinada densidad, los coches empiezan espontáneamente a moverse igual de rápido, sin los frustrantes parones típicos de las congestiones y con menos accidentes. Eso es al menos lo que muestra una simulación en ordenador realizada por dos investigadores de la Universidad de Stuttgart (Alemania) y Xerox Parc en Palo Alto (EEUU), que explican en Nature (23 diciembre) que el fenómeno es precisamente la consecuencia natural de los intentos de cambiar de carril. Pero, más allá de una densidad crítica de 20 a 25 coches por carril y kilómetro, el equilibrio se rompe, y los frenazos empiezan otra vez. Los investigadores creen posible buscar una velocidad óptima para que sus resultados sean aplicables a las autopistas.
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