El PSOE busca el apoyo de los regionalistas e IU para equilibrar el poder autonómico el 13-J

El PSOE confía en equilibrar el mapa autonómico español tras las elecciones del próximo 13 de junio y se dispone para ello a pactar no sólo con Izquierda Unida (IU), sino con los partidos regionalistas. El PP mantiene un enorme poder autonómico desde las elecciones autonómicas de 1995. Gobierna actualmente en 12 de las 17 comunidades autónomas -en tres de ellas en coalición con los regionalistas- frente a tres el PSOE y dos los nacionalistas. La apuesta de los socialistas se centra, además de mantener su actual poder en Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía, en recuperarlo en Asturias, con el apoyo de IU, y en Navarra, Aragón, Baleares y Canarias, con los partidos regionalistas.

Los socialistas no pondrán remilgos para pactar con los partidos regionalistas tras las elecciones autonómicas de junio y recuperar una parte del poder perdido en los comicios de 1995 a favor del PP. Hasta esas elecciones, el PSOE gobernó en 11 de las 17 autonomías. Las excepciones fueron, además de Cataluña -go-bernada por los nacionalistas-, las de Galicia, Castilla y León, Baleares, Navarra y Cantabria, del PP.Las elecciones autonómicas de 1995, celebradas en plena marea de escándalos, dieron la hegemonía absoluta al PP en el poder regional. Formó gobierno en 11 autonomías frente a cinco del PSOE. Poco después, el PP sumó una más y el PSOE restó una, Navarra, al estallar un escándalo en la comunidad foral, que echó por tierra el Gobierno tripartito que encabezaron los socialistas.

El PSOE se plantea los comicios del 13 de junio como el inicio de la recuperación del poder perdido y tiene la confianza en equilibrar el mapa autonómico, según señala su secretario de Política Autonómica, Ramón Jáuregui. Además de mantener el actual poder en Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía,cree posible la recuperación del poder en comunidades como Asturias, Navarra, Aragón, Baleares y Canarias. La viabilidad de gobernar en estas comunidades es variable. Si llegase a hacerlo en todas ellas, el PSOE contaría con ocho de las 17 autonomías.

Los socialistas creen muy probable gobernar en Asturias, donde el PP ha sufrido una escisión, encabezada por el actual presidente Sergio Marqués. Jáuregui afirma que "IU no pondría ningún reparo en gobernar con el PSOE si fuera necesario". Se remite al encuentro que mantuvo con los dirigentes de IU Luis Carlos Rejón y Francisco Herrera, en el que acordaron posibilitar pactos postelectorales.

El PSOE también cree posible gobernar la Comunidad de Madrid con el apoyo de IU. Para ello tendría que evitar que su actual presidente, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, consiguiera la mayoría absoluta. Los socialistas admiten que este último reto es "difícil".

Navarra, gobernada por UPN-PP (Unión del Pueblo Navarro), es una comunidad en la que el PSOE confía en recuperar el gobierno tripartito que formó en 1995 con una alianza con el partido regionalista CDN (Convergencia Democrática de Navarra) y Eusko Alkartasuna (EA) y que perdió por el escándalo Urralburu, que arrastró a su presidente Javier Otano. Jáuregui aclara que el PSOE, si tiene que contar con los nacionalistas, "no transigirá en que se cuestione a Navarra como comunidad".

El PSOE también apuesta por gobernar en Baleares. Calcula que el largo periodo de gobierno de Gabriel Cañellas, del PP, y los escándalos que le llevaron a la dimisión, facilitan la renovación. El PSOE confía en un pacto con los regionalistas de izquierda, del Partido Socialista de Mallorca (PSM) y la Unión Mallorquina (UM), para formar la mayoría.

Aragón, donde gobierna el PP con el Partido Aragonés (Par) es otra apuesta socialista. Cree que hay un "evidente signo de agotamiento" de la coalición y que el Par necesita "reafirmar su identidad". El PSOE cree viable formar mayoría con el Par tras el 13 de junio.

En Canarias, donde Coalición Canaria (CC) gobierna con el PP, el PSOE cree posible desplazar al partido de José María Aznar. Cuenta con el malestar de CC por el conflicto del nuevo canal de televisión y el perfil de izquierda del nuevo secretario general de CC, Ramón Rodríguez.