Los Reyes Magos llegan puntuales a su cita

No quisieron hacer esperar ni un minuto más de lo previsto a los miles de niños que, impacientes, soñaban su llegada. La magia de Sus Majestades de Oriente hizo de lo imposible la más bonita de las posibilidades: ver la sonrisa de todos los pequeños y mayores que desde cualquier rincón de Cataluña esperaban su llegada. Aunque para ello tuvieran que utilizar los más variopintos medios de transporte, terrestres, aéreos y marítimos. En Barcelona, los tres Reyes Magos desembarcaron de la golondrina Trimar en el Portal de la Pau bajo la atenta y boquiabierta mirada de los más pequeños. Una marcha oriental interpretada por la Banda Municipal junto al lanzamiento de veintiuna salvas de honor desde Montjuïc y el disparo de fuegos artificiales desde el puerto se convirtieron en el mejor aviso de la llegada de Sus Mágicas Majestades y, también, en el más caluroso recibimiento. Los Reyes Magos quisieron delegar este año en Melchor el honor de recibir de manos del alcalde de Barcelona, Joan Clos, la llave de la ciudad y la sal con la que el pueblo barcelonés muestra cada año su hospitalidad hacia todos los que llegan a su casa. Después de la música y las luces, el alcalde de la ciudad dió la bienvenida a los mágicos reyes y remarcó en su discurso el carácter solidario de Barcelona. "Nos sentimos de aquí y de todo el mundo. Y nos gustaría que Sus Majestades volviesen a nuestra ciudad para acompañarnos en el Fórum de las Culturas 2004", exclamó Clos. Una invitación que fue aceptada por el rey Melchor, quien definió dicho encuentro como una "fiesta de las personas que se quieren y que quieren ser hermanos unos de otros". Clos también reservó algunas palabras para los más pequeños, a los que recordó que "hay que trabajar por la paz, la tolerancia y la solidaridad". PASA A LA PÁGINA 4