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Realeza

DE PASADAMañana un concejal republicano se disfrazará de rey Baltasar en Málaga. Antonio Herrera es el hombre. Concejal del PDNI, desde que junto a Auxiliadora Almagro se escindiera de las huestes de Su Sencillísima Antonio Romero, Herrera hará de rey negro. Y lo hará desde su innegociable condición republicana viendo el ofrecimiento como "un alto honor". Como esto de las tradiciones en Málaga es cosa de un rato, se asume que los magos de oriente deban encarnarse en cabalgata municipal por un concejal (republicano Herrera), un cofrade (José Antonio Bermúdez, hermano mayor de archicofradía: sabe de poderes reales) y un representante de los medios de comunicación (José Luis Ramos, técnico de sonido de Canal Sur y presidente de la asociación que organiza el carnaval de Málaga cada año: sabe de disfraces). Los tres poderes: así está el tema. "Aunque sea republicano, en una noche tan mágica puedo ser el mejor rey del mundo", explicó Herrera el día de su nombramiento oficial, tras superar las presiones entre grupos municipales sobre su condición de tránsfuga. Herrera, obviando estudios que señalan a los tres de oriente como magos y no monarcas -lo importante eran sus conocimientos secretos y técnicas adivinatorias-, ha olvidado lo que en su día recordó su compañera Auxi Almagro, cuando ambos eran de IU: ¿por qué no encarna a Baltasar un emigrante? Se pasó de la idea porque la tradición es la tradición y porque no hay concejal que se resista a ser rey por un día, por muy republicano que se sea. La propuesta no dejaba de ser muy política y correcta: ¿y por qué no un emigrante, un parado y un preso? ¿O tres payasos? En términos absolutos, los Melchor y Gaspar también eran orientales. Del tercer mundo, pues, y de segunda según la etnocentria europea. Herrera, el republicano, podría tirarse el moco abdicando. Que los reyes sean el pueblo por un día, o así. En la edición de El País de Madrid se lee que un vendedor de cupones de la ONCE y estudiante de psicología ciego, el guineano Cirilo Mba, ejerce de rey Baltasar sin maquillaje en una cabalgata popular del barrio de Begoña. Mba dimite cada año y la asamblea no lo acepta. El hombre cuestiona esa tradición que prefiere concejal pintado a nativo de color y señala la contradicción entre las campañas contra el racismo y las tradiciones municipales. La realeza es símbolo, actitud. Hay hombres que la sienten como un privilegio. Otros se creen merecedores. No saben qué hacer con ella. HÉCTOR MÁRQUEZ

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