Nacionalistas y PP escenifican su ruptura en Álava tras votar juntos las cuentas

Los grupos que gobiernan en minoría la Diputación de Álava (PNV y EA) y el PP iniciaron ayer la puesta en escena de una ruptura programada. Cumpliendo el ritual que se conocía, los nacionalistas anunciaron su apoyo a la moción de Senideak por los presos ya aprobada en Guipúzcoa. Apenas hecha pública esa decisión, el PP difundió una nota en la que se desvincula "de las posturas del Gobierno foral" y se declara libre de tomar "las iniciativas que considere oportunas". Con la reforma fiscal y los presupuestos de las Juntas aprobados gracias a los votos populares, la repercusión de la retirada ahora del apoyo del PP será casi irrelevante para el ejecutivo de Félix Ormazabal. Tanto, que éste negó ayer a los populares su derecho a reclamarse como "salvadores" de la gobernabilidad. Por el contrario, Ormazabal les dio las gracias por su apoyo e hizo votos para que diferencias en cuestiones como los presos no quiebren la cooperación. PNV y EA decidieron, en vísperas de los debates fiscal y presupuestario, retrasar la moción para garantizarse los votos del PP, partido que miró hacia otro lado mientras votaba como si ignorara que los nacionalistas retomarían la iniciativa nada más celebrados ambos plenos. Ayer les acusó de plegarse a HB.