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El alcalde de Alicante se enfrenta a portavoces vecinales al impedirles intervenir en el pleno del Ayuntamiento

Querían protestar por la falta de información acerca de las partidas económicas que se destinarán a sus barrios, y de paso pedir que los plenos se celebraran por las tardes para favorecer la participación ciudadana, pero acabaron amenazados con ser desalojados del Ayuntamiento si no cesaban en sus críticas en voz alta. Representantes de varias asociaciones de vecinos de Alicante vieron ayer frustrado su deseo de intervenir en el pleno municipal, como han hecho siempre que lo han solicitado, porque el alcalde interpretó de forma diferente el Reglamento de Participación Ciudadana. Apoyado por un improvisado informe in voce del secretario general, Luis Díaz Alperi determinó que los vecinos pueden cuestionar sus cuentas en el seno del Consejo Local de Participación. La decidida negativa a ceder la palabra a los vecinos desencadenó un cruce de comentarios, a voz en grito, con participación activa del alcalde, que amenazó en varias ocasiones al público con ordenar a la policía su desalojo si no mantenían silencio. Los escritos que las asociaciones tenían preparados fueron leidos por los portavoces de los partidos en la oposición, que sacrificaron uno de sus turnos de intervención para que el PP oyera lo que los vecinos le querían decir. En los pasillos del Consistorio, las declaraciones contra la actitud del equipo de gobierno se sucedían. Felicidad Sánchez, Francisca Molina y Pascual Pérez coincidían. "Los vecinos no contamos para nada, dejan al movimiento vecinal al margen de todo y se limitan a defender su sueldo y su estatus de la forma más antidemocrática que se conoce", señalaron los representantes vecinales. La respuesta del alcalde sí constó en acta: "En Alicante existen más de 50 asociaciones de vecinos, y sólo han venido tres, que además desde el principio están identificadas con el PSPV y EU, y es evidente que han venido a montar follón porque las elecciones están cerca", señaló Díaz Alperi. El debate político que siguió a la polémica sostuvo la línea de las jornadas previas, y no levantó interés ni siquiera a la totalidad de concejales. En el mismo pleno, el PP aprobó el inicio de los trámites administrativos para revisar el planeamiento urbanístico de la ciudad, con críticas de la oposición, que acusó al equipo de gobierno de fomentar la especulación al adelantar que Alicante se desarrollará por el sur, lo que ha desatado un inusual movimiento de transacciones de terrenos en esa zona.

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