Calma total

Los inversores trataban de adelantarse a los acontecimientos adivinando cuál sería la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos respecto de los tipos de interés. El sistema utilizado era el cálculo de probabilidades tomando como referencia el comportamiento de Wall Street y del dólar en las últimas sesiones, con lo que al final del día los inversores europeos se marcharon a casa sin llegar a ninguna conclusión y sin conocer, por cuestión de horarios, la decisión de Greenspan.

La evolución del mercado español fue positiva, con una ganancia del 0, 69% en el índice general de la Bolsa de Madrid (5,82 puntos) y la consolidación de los actuales niveles de precios.

Una vez más se efectuaron numerosas aplicaciones, operaciones de compraventa pactadas, debidas a cuestiones fiscales, ya que éste es el último ejercicio en el que se pueden compensar plusvalías con minusvalías. Deshacer operaciones, incluso con pérdidas, puede resultar rentable a estas alturas, sobre todo si se compensa con una nueva compra que permite al interesado mantenerse en el mercado.

La subasta de dinero del Banco de España, la penúltima de este año, no ofreció novedades y todas las apuestas se ajustaron al 3% hoy por hoy la referencia obligada dentro del entorno del euro hasta nueva orden.

Dentro de la línea de los últimos días, el mercado de deuda volvió a ser objeto de retiradas de fondos por parte de los inversores. Las rentabilidades subieron otra vez y parecen dar la razón a los que apostaban por niveles del 4,10% o 4,15% para el conjunto del año y en lo que respecta a la deuda a 10 años. La rentabilidad ayer del bono español a 10 años fue del 4,09%, con una caída de los precios que superó ampliamente el medio punto.

A pesar de que el ambiente en los mercados financieros era relativamente optimista, no faltan inversores que prefieren retirarse con algunos beneficios y esperar con el dinero en el bolsillo la puesta en marcha de la contratación en euros.