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El Deportivo se atasca ante Clemente

Un gol en el último minuto de Oli concede al Betis un empate merecido

Xosé Hermida

Puede que su juego no ofrezca excesivos alardes, y es un dato cierto que su estrella brasileña se sigue paseando penosamente por los estadios, pero así y todo, Javier Clemente está construyendo un Betis solvente y eficaz. Anoche, además, no le faltó la fortuna, porque a un minuto del final encontró el gol de Oli para contrarrestar la ventaja que muy poco antes había logrado Schurrer a la salida de un córner. El Deportivo volvió a mostrarse como un equipo de indudable calidad, que estropea sus propósitos por su desesperante irregularidad.De entre los numerosos cadáveres que Clemente guarda en el armario de su etapa de seleccionador, ninguno tan ignominioso como el de Fran. Es difícil saber si Fran, un chico muy reservado, esconde deseos de revancha, pero anoche dio toda la impresión de que es así. Fran jugó en la primera parte delante de las mismas narices de Clemente y cada acción suya pareció una bofetada al banquillo del Betis. Enrabietado desde el principio, Fran lanzó a su equipo sobre el área del Betis, que vivió el inicio del partido como una prolongada sucesión de sobresaltos. Durante toda la noche, el Deportivo fue lo que quiso Fran.

Al margen de los problemas causados por Fran, lo cierto es que el Betis se repuso a los latigazos iniciales y cuando logró salir de la cueva, ofreció muy buena pinta. Con un juego mucho más elaborado de lo que suele ser la norma habitual del clementismo, el Betis presionó muy arriba, dominó el centro del campo y se aprovechó de los problemas defensivos del Deportivo, especialmente por las bandas, un coladero durante la primera parte. Y el Betis redondeó su convincente reacción con un gol muy bello. Riazor, que sigue teniendo a su equipo bajo sospecha, emitió los primeros silbidos, que se acallaron en la jugada siguiente, cuando Benjamín pasó de héroe a villano al cometer la torpeza de un penalti absurdo.

La mejor noticia para el Betis en la segunda parte fue que Merino sujetó mejor a Fran, quien se apagó definitivamente, lo que privó al Deportivo de cualquier capacidad de sorpresa. Irureta se rindió a la evidencia y retiró a Djalminha, cuyas virguerías quedan muy bonitas en los resúmenes televisivos, pero que, por su actitud, acaba siendo pernicioso para el equipo. El Deportivo mejoró con Ziani y el Turu Flores, pero la defensa del Betis aguantó con solvencia las embestidas. Sólo en una jugada a balón parado podía llegar el gol, y la salvación para los coruñeses pareció llegar con el remate de Schurrer a cinco minutos del final. Pero este Deportivo es un equipo que no sabe defender los resultados, incluso con tan poco tiempo por delante. Y Oli, en el minuto final, restableció una igualada que reflejaba con mayor fidelidad el tono del partido.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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