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Bancaixa potenciará los servicios sociales en detrimento de la cultura

Ferran Bono

El proyecto de plan estratégico de la obra social de Bancaixa potencia sus áreas de servicios sociales y empleo, en detrimento de las actividades culturales y, sobre todo, de las del medio ambiente. Además, propone una reorientación de los objetivos para facilitar el acceso a Internet y a equipos informáticos y considera la aportación directa de fondos para infraestructuras públicas como una línea de actuación potencial de la obra social de Bancaixa. El informe ha de ser sometido a discusión por los órganos rectores de Bancaixa.

El documento ha sido elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), organismo autónomo dela Generalitat desde fechas recientes. El presidente de Bancaixa, Julio de Miguel, lo encargó nada más acceder al cargo a principios de marzo de 1998. El informe reconoce la labor "pionera" realizada en el área de Servicios Sociales, en especial el Plan Integral de Ayuda al voluntariado, y propone reforzarla aún más. Por el contrario, considera que "la primera candidata a ser reconsiderada es la conservación de la naturaleza", que incluye las actividades de medio ambiente. También insiste en la importancia que conceden los ciudadanos a la formación y al empleo, a tenor de la encuesta realizada por el equipo de investigación dirigido por Francisco Pérez. De hecho, de las cuatro grandes áreas originadas a partir del plan estratégico de 1994, del que este informe es una actualización, la opinión mayoritaria de los ciudadanos considera que el mayor presupuesto habría que dedicarlo a la formación y empleo, seguido de servicios sociales, medio ambiente y actividades culturales. Sin embargo, son éstas -exposiciones, conciertos, deporte...- las que alcanzan un mayor grado de conocimiento entre los encuestados de las actividades programadaspor la Obra Social (OS) de Bancaixa, cuyo presupuesto es aproximadamente de 3.000 millones de pesetas. La encuesta también ha explorado la percepción y opinión del público valenciano acerca de actividades que no se realizan necesariamente en la actualidad por Bancaixa, "pero que han sido objeto de debate y reflexión -a propuesta de grupos políticos o los expertos consultados por el IVIE- y podrían considerarse candidatas potenciales en la reorientación de la OS". La síntesis del informe se refiere en este sentido a "otras modalidades de fomento del desarrollo (apoyo a zonas deprimidas o a proyectos empresariales), la aportación directa de fondos de la OS para inversiones públicas y, en tercer lugar actividades que faciliten el acceso a la sociedad de la información". El estudio recoge el grado de apoyo ciudadano que la OS debería dar a estas nuevas modalidades. En primer lugar aparecen las ayudas a zonas pobres, en segundo, a los nuevos proyectos, en tercero, instalación de ordenadores en colegios y el cuarto, dinero a fondo perdido para inversiones públicas (carreteras, saneamiento...). Precisamente, Julio de Miguel subrayó un día después de su toma de posesión que la OS sobreatendía las cuestiones culturales -tras reconocer su "altísimo nivel"- y planteó la conveniencia de participar en otros sectores como el de las inversiones en infraestructuras. Dirigentes como Arturo Virosque, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia y actual consejero de Bancaixa, también se han mostrado partidarios de incluir esta nueva línea de actuación en el programa de la obra social. En el resumen del informe que ha trascendido se hace hincapié en las propuestas de reforzar las áreas de capital humano y empleo y servicios sociales y "entrar con decisión en la promoción del acceso a las nuevas tecnologías y la sociedad de información".

El estudio propone que Bancaixa actúe para corregir la desigualdad en el acceso a la informática

Otra de las propuestas finales aconseja mantener la concepción general del plan estratégico de 1994. Pero uno de los aspectos más novedosos del informe, sobre el que pone especial énfasis, es la "magnífica oportunidad" que tiene la obra social de Bancaixa "de actuar como agente corrector" de la desigualdad en el acceso a las nuevas tecnologías de la información, en referencia a la informática y a Internet. La obra soial ya está actuando en este sentido en algunos barrios pobres valencianos. "El progreso es desigual entre personas y grupos sociales", en consecuencia, el informe aboga por el fomento del uso de estas tecnologías "como herramienta de desarrollo social". En este sentido propone instalar ordenadores con capacidad para usar Internet en colegios, casas culturales y asociaciones y habilitar un servidor de acceso gratuito en la Fundación Bancaixa. La encuesta señala que un tercio de los hogares valencianos tiene ordenador, pero para la gran mayoría "no existe acceso". Pero, sin duda, una de las propuestas más novedosas del informe es el desarrollo de programas de "microcrédito" como método para combatir la pobreza. Consiste, siguiendo el modelo de algunas cajas europeas, en facilitar pequeños créditos bancarios a grupos sociales que por sus características económicas no tiene acceso a fuentes crediticias convencionales. Bancaixa selecionaría las organizaciones colaboradoras, concertaría con con la entidad financiera el volumen de crédito a realizar y determinaría la aportación de la obra social al programa, con cargo a su presupuesto. El informe hace hincapié, además, en que "habiendo sido en estos años una institución pionera en España el apoyo a muchas instituciones sin ánimo de lucro, Bancaja debe aspirar a mejorar la proyección de sus actuaciones", dice en relación a la insuficiente repercusión de, por ejemplo, el Plan de Ayuda al Voluntariado, que ha servido de referente al plan estatal.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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