La familia cree que se organizó "la muerte de un vasco"

La familia de Aitor Zabaleta sostiene que el asesinato de este seguidor de la Real Sociedad fue cometido "con premeditación", puesto que "algunos habían organizado para aquel día y en aquel lugar la muerte de uno o más vascos". En un comunicado de cinco puntos hecho público ayer, la familia muestra el convencimiento de que "si Aitor no hubiera estado allí, otro vasco habría sido asesinado".Verónica Olivares, la novia de Aitor, se presentó con el ánimo "triste y abatido", aunque dio lectura con firmeza a un escrito que contiene una versión particular de los hechos y la valoración del móvil que provocó el apuñalamiento de Aitor.

La familia, que se personará como acusación particular en el caso, "nunca creerá en la versión que algunos tratan de vender como cierta" y asegura que el crimen no fue perpetrado por "un descerebrado al que se le cruzó un cable. Todo lo contrario". Los autores del asesinato son "las fuerzas ultraderechistas fascistas, muy organizadas, siempre dispuestas a generar este tipo de sucesos". No obstante, se cita a "sectores de todos conocidos" como creadores de "un caldo de cultivo que desemboca en lo que nuestra sociedad hoy está lamentando". Los padres, hermanos y la novia de Aitor, que atendieron a la prensa en el comedor del asador Aratz, decorado con dos fotografías del fallecido y una ikurriña con un crespón negro, señalaron que los autores del atentado "se presentaron en dos vehículos con la idea clara de cometer un hecho como el llevado a cabo, sabiendo lo que hacían y contra quiénes se dirigían". También dejaron constancia de la presencia de una persona que "desde las gradas superiores del recinto [estadio Calderón] instigaba a atacar a los seguidores realistas no como tales, sino como vascos", mediante gritos como "matad a esos putos vascos".

Falta de protección

Pese a que el partido entre el Atlético de Madrid y la Real Sociedad estaba calificado de "alto riesgo", la familia considera que "apenas había policía en los alrededores del estadio". Por ello denuncia "a los responsables de la seguridad por su negligencia y gravísima imprudencia por omisión, que es lo que dejó a los autores actuar a sus anchas a las puertas del Calderón". También se censura en el comunicado la escasa protección policial, a pesar de haberla solicitado, para la llegada del autobús al campo.Finalmente, la familia pidió ayuda para "erradicar a estos grupos ultraderechistas fascistas" y que los seguidores puedan ir al fútbol "sin volver en un furgón fúnebre".