La Confederación de Consumidores pide más control en las macrofiestas

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) recordó ayer que las "macrofiestas" de Nochevieja y Reyes deben cumplir una estricta normativa que incluye el requisito de tener licencia de apertura, vigilantes jurados si se supera el aforo de cien personas y estar insonorizadas.Así lo recoge la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, aprobada en 1997, con la que se puede controlar que cada local desarrolle la actividad para la que ha sido dado de alta, y, en el caso de las "macrofiestas", vigilar que los recintos tengan un permiso especial que no se exige a los establecimientos que abren todo el año, para evitar una "competencia desleal". Dicha competencia se producía porque las discotecas "piratas", dice la CECU, dadas de alta sólo como pubs, pagaban por el Impuesto de Actividades Económicas unas 80.000 pesetas anuales, mientras que las "legales" abonaban entre 1,5 y 2 millones.

CECU subraya que todos los años recibe quejas sobre estas fiestas, y destaca como los más usuales la superación del aforo hasta en tres veces el permitido, la ocupación total de las escaleras de emergencia, la iluminación escasa, la presencia de menores o cancelaciones de última hora por no haber conseguido el permiso municipal.