Siete años de cárcel para los tres autores materiales del secuestro del empresario alicantino Ferry

Los tres autores materiales del secuestro, el 8 de marzo de 1996, del empresario de Alicante Manuel Ferry, han sido condenados a penas de siete años de prisión por los magistrados de la sección primera de la Audiencia de Alicante, que en noviembre acogió el juicio. En la sentencia, conocida ayer, los jueces absuelven de los delitos que se les imputaba a Juan Jesús Pérez, Manuel Sánchez y Miguel Ángel Cabanas, socios de la inversora Rasan, a los que el fiscal consideraba instigadores de la acción con el supuesto objetivo de cobrar una deuda que Manuel Ferry mantenía con ellos desde hacía varios años. El tribunal descarta que el secuestro fuera un montaje, como alegaba la defensa.

El fallo judicial condena a Juan Antonio Pérez Rodríguez, Iván Llorente Liébana y José Ginés Tomás Guardo a la pena de siete años de cárcel por el delito de secuestro. Los dos últimos, además, ven aumentada la condena en otros cuatro años, dos meses y un día de prisión como responsables de un delito de robo violento. Iván Lorente también ha sido condenado a un año de prisión menor por tenencia ilícita de armas, y el detective Juan Antonio Pérez Rodríguez a seis meses de multa por obligar a su hijo (que ha sido absuelto) a simular el robo del teléfono móvil utilizado para dirigir la operación. El tribunal descarta de esta forma que el secuestro fuera un montaje ideado por Ferry, como había alegado la defensa durante el juicio. La sentencia considera como hechos probados que el detective privado Juan Antonio Pérez proyectó el secuestro de Ferry para conseguir el pago de 125 millones de pesetas. Pérez supo, a través de una conversación personal mantenida con uno de los socios de Rasan, que el empresario había cobrado días antes una importante cantidad por la venta de diversos apartamentos de la tercera fase del Hotel Meliá a la Autoridad Portuaria de Alicante, y contrató para materializar el secuestro a Iván Llorente y José Ginés, sin que de ese proyecto tuvieran conocimientos los socios de Rasan. Pese a las pelucas y bigotes postizos con los que el propio Pérez y Llorente intentaron ocultar su identidad, fueron reconocidos por la víctima en el momento de su detención por la policía. Llorente y Ginés se personaron en la oficina de Ferry y lo derribaron. Seguidos de cerca por Juan Antonio Pérez, secuestradores y secuestrado recalaron en un motel de Alicante, desde donde al día siguiente acudieron a una notaría para recoger unos cheques por el valor del rescate. Ferry se las ingenió para comunicar a una de las secretarías de la notaría su condición de secuestrado y poco después apareció la policía, que detuvo a los dos secuestradores mientras el detective huyó a Madrid, donde fue detenido poco después.