El consejero de Kepro testifica que firmó contratos sin leerlos

El consejero delegado de Kepro, Juan Manuel Rosillo, implicado en un fraude inmobiliario en Diagonal Mar, aseguró ayer en juicio que firmó "sin leer" los contratos de la operación, aunque afirmó que se embarcó en el proyecto confiando en sus abogados. Rosillo, para quien se piden hasta cuatro años de prisión por presuntos delitos fiscales, declaró ayer tarde en la vista iniciada en la Audiencia de Barcelona por el llamado caso Kepro, un fraude descubierto en 1992, el año de los Juegos Olímpicos, en Diagonal Mar, la última gran zona edificable de Barcelona. Además de Rosillo, la Audiencia juzga a otras siete personas, para las que las acusaciones solicitan en total 14 años de prisión después de que el fiscal retirase ayer los cargos por falsedades documentales contra el empresario y otros dos acusados. Los acusados están involucrados en una presunta compraventa irregular de dos terrenos en Diagonal Mar y de otros solares en la costa catalana. Para ello, según el fiscal, se empleó una empresa instrumental y se utilizó como tapadera a un disminuido psíquico y a una inmigrante peruana, de manera que, afirma la acusación, se llegaron a ocultar a Hacienda más de 1.000 millones de pesetas. Rosillo declaró ayer por la tarde que era el Consejo de Administración de Kepro, integrado por 17 aseguradoras, en su mayoría de Estados Unidos, el que decidía sobre las inversiones que realizaba, y señaló que él propuso el proyecto en Diagonal Mar y se lo aceptaron. El empresario testificó que tras la compra de los terrenos de Macosa, también en el barrio barcelonés de Poblenou, para agilizar el proyecto urbanístico sólo les faltaban los terrenos de la operación por la que se le juzga.