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El Barça cae en el último suspiro

El Deportivo gana en el tiempo de prolongación con un gol de Fran que rompió el empate logrado por Rivaldo de penalti

Àngels Piñol

Víctima de la impotencia y de una sequía alarmante en un equipo sobrado de delanteros, el Barça se entregó una jornada más al rival, y perdió otro partido en un final volcánico, sorprendente a tenor del discurso global. El Deportivo parecía tener el partido ganado, pero Kluivert forzó un penalti al filo del tiempo reglamentado. Rivaldo puso el empate en el marcador. Pero quedó tiempo todavía para que Turu Flores se inventara el gol del triunfo, firmado por Fran, que permite al Deportivo mantener su línea de equipo recaudador de puntos por excelencia.Mal colocado en la cancha, el Barcelona se perdió sin remedio en campo blanquiazul. El Deportivo manejó la contienda con una comodidad insultante. Djalminha se dejó caer por las bandas y desequilibró a la zaga azulgrana, muy vulnerable; de forma especial en el flanco derecho, dada la tendencia de Celades a correr la banda y la falta de recursos de Okunowo para cubrir la zona. El grupo de Irureta encontró posición de remate con relativa frecuencia. Le faltó picardía en el último pase y también pegada. No supo sacar provecho de su control de partido.

DEPORTIVO 2 BARCELONA 1

Deportivo: Songo´o; Armando, Naybet, Donato, Romero; Flavio, Ziani (Scaloni, m.94), Mauro Silva, Fran; Djalminha (Hadji,m. 72); y Pauleta (Turu Flores, m.65).Barcelona: Hesp; Celades (Giovanni, m.82), Okunowo, Reiziger, Sergi; Xavi, Cocu; Rivaldo; Anderson, Kluivert y Zenden (Guardiola, m. 62). Goles: 1-0. M. 75. Jugada de Fran por la izquierda, supera a Guardiola, y su centro al segundo palo lo remata Hadji. 1-1. M. 89. Penalti de Naybet a Kluivert que transforma Rivaldo. 2-1. M.94. Fran remata en el segundo palo una jugada preciosa de Turu Flores. Árbitro: Megía Dávila, del colegio madrileño. Mostró la tarjeta amarilla a Naybet, Reiziger, Donato y Fran. Una gran entrada en Riazor, aunque el estadio no se llenó. Àlex Corretja, ganador del Masters de tenis, y Luis Moya, copiloto de Carlos Sainz, hicieron el saque de honor del partido. Terreno irregular. Noche fría: 8º. Pep Guardiola, capitán del Barcelona, reapareció ayer después de 320 días.

Desorganizado y partido por la mitad, el colectivo deVan Gaal vagabundeó otro día. A los problemas de contención añadió ayer una gran confusión ofensiva. Ausente Figo, Van Gaal regaló una banda con la alineación de Anderson, muy pendiente de las subidas de Romero. El brasileño nunca fue extremo sino ariete.

La falta de desmarque de los delanteros y la reducción del campo provocaron la constante pérdida de balones en el bando azulgrana. No tuvo perspectiva ofensiva el equipo de Van Gaal, ni tampoco consistencia defensiva.

Tapado Xavi por Ziani, Rivaldo se quedó sin pelota y, desenchufado el zurdo brasileño, Kluivert se perdió en tierra de nadie. El Barcelona sólo encontró alivio en las entradas de Sergi por la banda izquierda. El defensa se ofreció con ganas en todas las zonas del campo, pero le faltó precisión en el centro, igual que a Zenden, tan activo como improductivo.

Los azulgrana atraparon con gusto el descanso. El tono del partido exigía una reorganización por parte de Van Gaal. Pero su primera decisión agrandó las disfunciones barcelonistas: Celades se situó de libre mientras Reiziger pasaba a tapar el lateral derecho, una zona por la que el Deportivo operó con gusto mucho tiempo.

El campo se estiró, y eso iba a propiciar buenas llegadas de Djalminha y de Pauleta frente a Hesp, el jugador más solvente en el bando azulgrana. Con el equipo diseminado, el Barça se entregó a su suerte, aguardando a que Guardiola entrara en escena. El calentamiento del medio centro generó incluso más atención en el estadio que el juego forastero, privado demasiado rato de Rivaldo. El brasileño apareció a la hora de partido con una jugada personal que acabó en un libre directo que rechazó Flavio de cabeza.

Guardiola reapareció con media hora de juego por delante. Con la entrada del medio centro, el Barça ofreció un nuevo dibujo: una línea de tres en la zaga (Okunowo- Celades-Reiziger), en la divisoria (Xavi-Guardiola-Sergi) y en ataque (Anderson-Rivaldo-Cocú), rematada por Kluivert.

El fútbol salió mucho más aseado del campo barcelonista y el Deportivo comenzó a recular. Guardiola juntó al equipo, más solidario que de costumbre. Pero entonces apareció Fran, Guardiola no supo taparle y el gallego puso la pelota para que Hadji marcara el 1-0. El Barça, mejor orientado, reaccionó hasta forzar el empate, pero, después de atraparlo en el último minuto, fue vícitima de una contra terminal de Turu Flores y de Fran. Se alarga la crisis.

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