9.500 personas visitan el Congreso en la primera jornada de puertas abiertas

Nueve mil quinientas personas acudieron ayer al Congreso de los Diputados durante la primera de las dos jornadas de puertas abiertas con las que la Cámara pretende acercar la institución a los ciudadanos y celebrar el vigésimo aniversario de la Constitución. Según la oficina de prensa, la cifra es muy similar a la que se registró el año pasado, cuando por primera vez se puso en marcha esta experiencia.Las condiciones climatológicas fueron en esta ocasión más favorables -el año pasado nevó y fue necesario habilitar un servicio de bebidas calientes para los ateridos visitantes- y, sobre todo, se prudujeron menos colas y menor tiempo de espera al habilitarse una carpa en el patio que separa los dos edificios del Congreso, con lo que la acreditación fue más rápida.

A diferencia de la visita que cualquier ciudadano puede hacer a la Cámara todos los sábados por la mañana sin más requisito que presentar el carné de identidad, las jornadas de puertas abiertas incluyen un recorrido por la galería de retratos de todos los presidentes de la institución. Además, se entrega a los visitantes un ejemplar de la Constitución española, un póster con el preámbulo de la Carta Magna, un folleto explicativo de las actividades del Parlamento y un vídeo sobre los veinte años de Constitución democrática.

Este año, además, los ciudadanos pueden contemplar una exposición sobre los veinte años de democracia en nuestro país.

El clima festivo no impidió algunas declaraciones políticas. Rosa Aguilar, portavoz de IU, lamentó que no se haya celebrado un pleno sobre la efeméride constitucional.

José Borrel, el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, acudió al Congreso y departió con los visitantes. Eso le valió duras invectivas por parte del portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, quien dijo que parece que "se celebra el día de Borrell" y que su actitud llegó "hasta el paroxismo, porque no saluda nunca a nadie y está saludando a los ujieres". "Creo", agregó, "que la política tiene que tener un componente de coherencia. Borrell parece reina por un día".