La investigación sobre el siniestro aéreo de Melilla concluye que no hubo fallo técnico

El accidente del avión español que se estrelló el pasado 25 de septiembre cerca de Melilla y costó la vida a 38 personas no se debió a fallos técnicos, según la comisión de investigación encargada de buscar las causas del siniestro.Del informe final de la comisión se desprende que no hubo fallo técnico ni del avión ni de los sistemas de navegación, que el aparato volaba por debajo del nivel de altura mínima de seguridad cuando se aproximaba al aeropuerto de Melilla y que el sistema de alarma saltó "algunos segundos antes" del impacto.

El accidente se inscribe en el tipo de "impacto con el suelo sin pérdida de control (CFIT, por sus siglas técnicas)", según concluyó la comisión en su informe final divulgado ayer en Rabat por el director de la aviación civil de Marruecos, Mohamed Mufid.

El informe señala asimismo que, una vez desencadenada la alarma, la reacción de la tripulación fue "insuficiente" para evitar el impacto contra el suelo, pero no dice expresamente que un error humano estuviera en el origen del siniestro.

La comisión, creada en el seno del ministerio marroquí de Transportes y Marina Mercante e integrada por 15 expertos marroquíes, españoles y británicos, investigó el accidente del avión de la compañía Pauknair, que se estrelló en territorio marroquí, cerca de la ciudad de Nador. El informe concluye que en los casos de accidentes del tipo CFIT (aproximadamente el 20% de todos los ocurridos en la aviación civil internacional entre 1988 y 1997), debe analizarse en profundidad "la preparación, el desarrollo y la ejecución del vuelo" desde su inicio hasta su final.

En el cadáver del piloto, Diego Clavero Muñoz, fallecido en el siniestro, se encontró una tasa de alcohol en sangre. El dato fue descubierto por el Instituto de Toxicología de Sevilla, pero la familia niega que el cuerpo analizado correspondiera a Clavero.