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Ciclismo, fútbol y tenis se rebelan contra el plan antidopaje del COI

La reunión preparatoria de la conferencia mundial contra el dopaje, que organizará el Comité Olímpico Internacional (COI) los próximos 2, 3 y 4 de febrero no terminó ayer en la sede del organismo en Lausana (Suiza) con el acuerdo unánime que el presidente, Juan Antonio Samaranch, hubiera deseado. Aunque 32 de las 35 federaciones internacionales presentes adoptaron el código médico propuesto por el COI, tres grandes, ciclismo, fútbol y tenis, se rebelaron, de nuevo, contra la duración de las sanciones, con la coartada de que temen posteriores procesos civiles.

Samaranch, con su optimismo habitual, quitó importancia a la rebelión, porque empezó a dar ayer un paso importante en una de sus batallas más duras, la de unir a las federaciones internacionales, hasta ahora bastante dispersas. Sin embargo, una victoria por 32-3, incluso con el atletismo, el deporte de más peso olímpico, a su lado (hasta el presidente Primo Nebiolo se sentó a su derecha), fue un tanto amarga. El tiempo quizá lime asperezas, pero una vez más el problema subsiste en deportes que han luchado poco contra el dopaje hasta ahora, como el tenis o el fútbol, o de forma muy suave en las sanciones, como el ciclismo.El código médico consta de siete puntos en los que se crea la anunciada agencia antidopaje, especialmente para los controles fuera de las competiciones, se pide la unificación de criterios deportivos y públicos, así como la prevención y definición del dopaje. Pero los dos puntos conflictivos son el segundo: "La sanción debe ser una suspensión de dos años en una primera infracción y a perpetuidad en caso de reincidencia", y el séptimo: "Los deportes inscritos en el programa de los Juegos Olímpicos deben ser representados por federaciones que aprueben los principios anteriores". Este último se tomó como una amenaza del COI a quien no esté de acuerdo y de ello protestó el tenis. Sobre las sanciones, el fútbol y el ciclismo señalaron el peligro de que los castigados recurran a los tribunales ordinarios, pero recordaron también el "daño" que supone para unos profesionales "quedar tanto tiempo fuera de su trabajo". Lo curioso es que en bastantes otros deportes se gana ya mucho dinero y el perjuicio sería el mismo. Pero han cedido. A Samaranch aún le queda trabajo en casa hasta febrero y eso sin empezar siquiera la lucha con los gobiernos.

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