Un hombre para todo

Javier Solana hace escudriñar ahora, con mayor intensidad si cabe, los periódicos internacionales en los que se menciona su nombre. Al hacerlo presta especial atención a aquellos pasajes en los que se especula sobre su futuro político. (...) Precisamente en el momento en el que los medios de comunicación sopesan las posibilidades de un futuro presidente alemán para la Comisión Europea y barajan los nombres de Oskar Lafontaine y Rudolf Scharping, los periódicos españoles se plantean curiosas ideas sobre el acceso a la cumbre de la UE de su conciudadano. (...) Los observadores con templan con una mezcla de envidia y admiración el fino arte de los españoles para hacerse con cargos influyentes (...).

En la sede política de la OTAN en Bruselas se siguen los acontecimientos conteniendo el aliento. Aquí (...) la valoración unánimemente positiva de Solana ha dejado paso hace tiempo a una actitud crítica. Nadie pone en tela de juicio la pericia o la habilidad negociadora de Solana, ni tampoco su convincente representación exterior de la Alianza. Los reparos se refieren (. . .) a su trato humano.

Tras una fachada jovial y amable se oculta en realidad "un carácter gélido cuyo único interés es el propio medro". Solana, se dice, exige día y noche una entrega absoluta, sin tener jamás una palabra de aliento o agradecimiento para su gente. (...) "Entre nosotros", se escucha en estos días a más de uno, "no habría apenas nadie que no despidiera al secretario general con las palabras: 've con Dios, pero vete, y suerte a la UE".

23 de noviembre