LAS RUSAS TAMBIÉN LLORAN

Los rusos tienen últimamente muchos motivos para echarse a la calle: suben los precios, baja el rublo, sus ahorros están bloqueados y hace un frío que hiela el aliento. Pero la causa de una manifestación de mujeres ante las oficinas del canal de televisión RTR fue muy diferente: la retirada de la programación del culebrón norteamericano Santa Bárbara, del que ya se han emitido 1.115 episodios en Rusia, seguidos por más de 10 millones de espectadores (y, sobre todo, espectadoras), que buscan consuelo a sus penas en el hecho de que los ricos también lloran. Antón Zlatopolski, director ejecutivo de la cadena, considera el problema "un asunto de seguridad nacional", y no dudó en plantearlo al Gobierno cuando hubo que cortar la emisión por falta de fondos. Es probable que Santa Bárbara vuelva a la pequeña pantalla la próxima semana, pero antes habrá que pagar. Zlatopolski afirma que se dejaron de pagar sueldos y hasta la cuenta del teléfono para no perder los derechos de la serie. Una de las manifestantes ante la ORT, Valentina Luniova, que acaba de quedarse en el paro y sobrevive con una pensión de apenas 3.000 pesetas, explicaba así su afición al culebrón: "Es una válvula de salvación para mi alma".-