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El alcalde ignora que necesita tres permisos regionales para sus autopistas subterráneas

Vicente G. Olaya

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, han consultado distintas fuentes jurídicas para hablar del subsuelo. El regidor afirmó ayer que las competencias necesarias para construir en el subsuelo los más de cien kilómetros de autopistas subterráneas que ha consensuado con el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, "pertenecen al Estado". Sin embargo, el Gobierno regional lo desmiente y corrige al alcalde. Un dirigente regional aseguró ayer a este periódico que las autopistas subterráneas, antes de hacerse, necesitarán los permisos de tres consejerías regionales: Cultura, Obras Públicas y Economía. Y lo fundamenta así: "Las autopistas subterráneas requieren un permiso de Obras Públicas y Urbanismo porque son una modificación del planeamiento urbanístico. Necesitan licencia de la Dirección General de Minas [dependiente de la Consejería de Economía] porque son una actividad económica con fines de lucro, como una explotación minera. Y requieren el visto bueno de Patrimonio porque obligan a excavar el casco histórico".PASA A LA PÁGINA 3

Sin comentarios

El consejero de Economía recuerda que desde 1985 la Comunidad manda sobre el subsuelo

Sin embargo, Ruiz-Gallardón se negó el pasado jueves a comentar el proyecto porque carecía de datos concretos sobre el mismo. Ni el alcalde ni el ministro de Fomento se lo habían dado a conocer. El portavoz del PP en la Asamblea, Manuel Cobo, intentó ayer suavizar la nueva controversia surgida entre ambos dirigentes madrileños. Sacó a colación que el concejal de Obras, Enrique Villoria, había reconocido que sólo se trataba de un proyecto, "por lo que no habrá pronunciamiento del Ejecutivo autonómico hasta que se estudie detenidamente con datos económicos y técnicos". La polémica fue aprovechada por la oposición, que arremetió con dureza contra el proyecto.Juan Ramón Sanz, portavoz de IU, calificó la idea de "monstruosidad propia de una pareja infeliz, compuesta por una antigualla como el alcalde y un ministro de Fomento que ha demostrado su incapacidad en infraestructuras útiles [en referencia al aeropuerto de Barajas]". El portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, remató diciendo que la descoordinación entre el Ayuntamiento y el Gobierno regional es "un desmadre". El candidato socialista a la alcaldía, Fernando Morán, también aportó su crítica: "Hay que detener al topo invasor".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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