El PP reducirá de forma drástica su Ejecutiva para ganar agilidad

El PP remodelará sus órganos de dirección en el próximo congreso para hacerlos más ágiles, ejecutivos y propios de la etapa que vive como partido del Gobierno. La posibilidad de dar rango oficial al sanedrín de apenas media docena de dirigentes que se reúne con José María Aznar todos los lunes por la mañana en La Moncloa -los llamados maitines- pierde fuerza, por problemas de encaje de sus competencias en los estatutos, en favor de reducir drásticamente el actual Comité Ejecutivo Nacional, formado por 65 personas.

José María Aznar confirmará en el próximo congreso del PP que el poder en ese partido está concentrado en su persona y en pocas manos más. Al final no consagrará, como se pretendía, un nuevo órgano muy reducido con el que compartir opiniones semanalmente en La Moncloa, como hace actualmente, porque vaciaría de contenido y competencias a la existente Ejecutiva. Pese a ello, ese sanedrín de su confianza, compuesto por apenas media docena de dirigentes, sí será reforzado de manera oficiosa.Consolidar ese grupo de notables le servirá para encontrar una salida airosa a la marcha de Francisco Álvarez Cascos de la secretaría general del PP, que podría entrar también en el nuevo y reducido Comité Ejecutivo, y para reforzar el papel de Rodrigo Rato y los otros ministros vicesecretarios del partido si dejan definitivamente este cargo para ser relevados por dirigentes con más posibilidades ejecutivas. Esta última hipótesis tampoco está cerrada, porque podría suceder que los ministros vicesecretarios continuasen con ese rango y se creasen nuevas vicesecretarías.

La importancia de los maitines de Moncloa aumentará en cualquier caso, se oficialicen o no. La dirección del PP ya define actualmente sus estrategias políticas de mayor calado, sus discusiones y debates, si es que se producen, en las sesiones matinales que Aznar suele convocar los lunes en su residencia. Es entonces, en torno a un desayuno tan programado como el orden del día a tratar, cuando Aznar repasa con su equipo de máxima confianza los asuntos más importantes de la actividad política. Y lo hace aunque esté convocada para apenas unas horas más tarde la Ejecutiva del partido en la sede central de Génova.

En el Comité Ejecutivo Nacional del PP, que oficialmente integran 65 personas contando a los 12 presidentes autonómicos (con Ceuta y Melilla), hace ya bastante tiempo que no se producen intercambios de opiniones. Aznar las cortó en seco al inicio de la legislatura en cuanto comprobó que luego eran oportunamente filtradas a los medios de comunicación. Algo similar ocurrió con las cada vez más escasas reuniones de Aznar con su grupo parlamentario -aunque haya vuelto a convocarse otra después de mucho tiempo para este martes- y con los demás órganos del PP. La futura Ejecutiva popular será, por tanto, mucho más reducida y los principales candidatos a caerse de la lista son, ahora, la docena de dirigentes catalogados como vieja guardia.

Aznar se fía de muy poca gente. Ni siquiera en los citados maitines se generan debates muy vivos. Incluso en esas sesiones la agenda está perfectamente cerrada, así como el turno de las intervenciones. Nada se deja al azar o a la improvisación aunque es en ese foro en el único que pueden abordarse cuestiones tan trascendentes como la relación del Gobierno con sus socios nacionalistas, con el principal partido de la oposición o hipótesis electorales.

Ese sanedrín de Aznar lo forman ahora el vicepresidente primero Francisco Álvarez Cascos, el vicepresidente segundo Rodrigo Rato, los ministos Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja, el coordinador general del PP, Ángel Acebes, el portavoz en el Congreso, Luis de Grandes, y el nuevo ministro portavoz, Josep Piqué. El equipo se completa luego con colaboradores del entorno de Aznar ya en Moncloa.