El 'núcleo estable' apoya la decisión

El núcleo estable de accionistas de Telefónica, integrado por el Banco Bilbao Vizcaya, Argentaria y La Caixa, cuya participación en el capital de la operadora ronda el 5% en cada caso, expresó ayer su apoyo a la decisión de suprimir el dividendo con cargo a 1998. El portavoz de una de estas tres entidades, cuyos miembros fueron informados el martes por la noche, explicó que supone para Telefónica "un retorno de la inversión que podrá utilizar para dar músculo a la compañía y afrontar nuevas inversiones".Además, a los miembros del núcleo estable les viene bien, porque, frente a lo que les puede ocurrir a los pequeños accionistas tradicionales, no necesitan la liquidez que reporta el dividendo a final de año y pueden esperar el mejor momento para vender la acción.

Otro tanto le ocurre a Juan Villalonga, que, según la última comunicación a la CNMV (mayo de 1998) posee un 0,006% de Telefónica, 61.492 acciones, que al precio de ayer suponen 385 millones de pesetas.

Otros miembros del consejo son también accionistas a título personal y cerca de 200 directivos del grupo poseen derechos sobre acciones, que podrán ejercer cuando dejen la empresa, según el nuevo esquema de remuneración e incentivos que introdujo Villalonga. Los sindicatos y numerosos trabajadores de plantilla subrayaban ayer la importancia que para directivos y consejeros tiene la nueva política de crecimiento de la acción. Mientras tanto, se anuncian nuevos ajustes de plantilla y la empresa ofrece, sin acuerdo previo con las centrales, prejubilaciones a los 52 años, con una indemnización media de 26 millones, que no es, ni mucho menos lo que reciben todos.