Una secretaria de Romaní fue accionista de la sociedad Gay Cordon sin saberlo

Consuelo Pérez Pardo, secretaria de Arturo Romaní durante su gestión al frente de la Corporación Industrial Banesto, declaró ayer como testigo en el caso Banesto que nunca supo que fuera accionista de la sociedad Gay Cordon, utilizada en la operación de presunta estafa de 1.500 millones de pesetas llamada operación cementeras. Pérez Pardo fue propuesta como testigo por Romaní.Cuando el fiscal Luis López Sanz le hizo ver que poseía 50 participaciones de Gay Cordon, equivalentes al 5% del capital, la ex secretaria de Romaní lo negó. Acto seguido, cuando se le señaló que en el Registro Mercantil figura su nombre, recordó que en alguna ocasión otra de las secretarias de Romaní, Elena García Baquedano, le pidió su carné de identidad. El fiscal le preguntó si le explicaron para qué lo querían. La testigo contestó que no. "Yo tenía total confianza en Romaní", dijo.

Antes, durante el turno del letrado de Romaní, éste preguntó a la testigo si Romaní había tenido llamadas en algún momento de Jacques Hachuel. La testigo contestó: "Sí, llamaba como presidente de H Capital". La misma respuesta, muy preparada, fue dada por la testigo cuando se le preguntó por llamadas de Mariano Gómez de Liaño o Francisco Javier Sitges.

Declaró ayer Sixto Álvarez Melcón, a propuesta también de Romaní, en relación con un informe que realizó sobre el grado de control de Banesto sobre las empresas del grupo Valenciana de Cementos en 1989. Álvarez Melcón declaró que nunca participó en las negociaciones con la familia Serratosa, y que simplemente se limitó a elaborar un informe sobre la compleja estructura de participaciones accionariales. También señaló que siempre consultó con Romaní, Ramiro Núñez y Salvador Salort, responsable de Portland Iberia y colaborador de Mario Conde en la sociedad Antibióticos.

Hoy declararán ante la juez Teresa Palacios, en relación con la operación locales comerciales, Tomás Allende y Cándido Fernández Tendero, en calidad de imputados.