La Federación Socialista entierra sus diferencias para enfrentarse a las elecciones

El PSOE madrileño se ha unido para no perder más votos. Las luchas internas han dado paso, tras el comité regional de la Federación Socialista Madrileña (FSM) celebrado ayer, al pacto. Ahora, los socialistas aunarán sus esfuerzos para recuperar el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad. El comité regional apoyó con 481 votos a favor, 10 abstenciones y dos papeletas en contra la resolución política que reconoce la pluralidad interna y el apoyo de todos los sectores a los candidatos.

El comité electoral elegido ayer quedará formado por 15 miembros. Éstos se encargarán de programar los actos públicos que se celebren a lo largo de la campaña electoral, que desembocarán en los comicios autonómicos y municipales del próximo 13 de junio. Este organismo estará formado, en un 65%, por renovadores, y en un 45%, por guerristas.Este acuerdo entre los dos principales sectores de la FSM cierra las diferencias que se abrieron tras las elecciones primarias del pasado 27 de junio. El candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Fernando Morán, logró entonces derrocar a Joaquín Leguina por los votos de los renovadores por la base, la tercera familia socialista madrileña.

El sector guerrista, que apostó, con los borrellistas, por Morán, pidió entonces que se permitiera su entrada en la ejecutiva regional, la cuál a su vez había apoyado a Joaquín Leguina.

El secretario regional de la FSM, Jaime Lissavetzky, destacó que, ahora, se abre "una etapa de estabilidad y de paz" para una federación que deberá evitar ser noticia por sus luchas internas y ofrecer soluciones a los madrileños. "Es muy interesante ponerse a trabajar cuando se cuenta con un apoyo cercano al 100% de la federación. Creo que nos hemos convertido esta vez en ejemplo para el partido y que ha primado lo razonable", dijo Lissavetzky.

El secretario regional socialista recordó a los delegados del comité que ahora se abre un futuro "cargado de trabajo". Se trata, según Lissavetzky, de solucionar los problemas que está produciendo el Gobierno del PP en la región, como el paro, la falta de vivienda social y la carencia de políticas de ayuda a los menos favorecidos.

"No podemos permitir que Aznar gobierne más en Madrid ante la pasividad de Ruiz-Gallardón", dijo Lissavetzky en su intervención ante los delegados del comité.

El jefe de filas del sector guerrista de la FSM, José Acosta, destacó que este pacto ha sido propiciado por un cambio en el talante de la ejecutiva de la FSM, que controla Lissavetzky. Se ha pasado, en su opinión, de la oposición frontal al acuerdo.

"Se corrigen ocho meses de tensiones y se abre un futuro que pasa por reordenar la organización, redactar un buen programa electoral y convencer a los votantes de que nuestros candidatos son los mejores", resumió Acosta. La carrera para alcanzar los escaños de la Asamblea y del Consistorio comenzará, según explicó Acosta, con una mayor presencia de los candidatos en la vida pública. Para ello serán necesarias más reuniones con asociaciones ciudadanas.

El comité regional también rechazó ayer discutir dos enmiendas presentadas por Francisco Ramos (del sector borrellista) y por el concejal de Madrid Eugenio Morales (de la corriente Izquierda Socialista). La primera proponía la creación de una comisión que en el plazo de un mes redactara un nuevo procedimiento de elección de las listas de candidatos. Los militantes podrían, según esta propuesta, votar de forma secreta a sus candidatos para ediles y diputados regionales. Fue rechazada por 331 votos en contra, 74 a favor y cuatro abstenciones.

La enmienda de Eugenio Morales defendía que se eligiera un comité electoral integrado por todas las corrientes y familias socialistas. Fue rechazada por 306 votos en contra, 51 a favor y nueve abstenciones.