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David Copperfield llega a Barcelona con sus trucos de magia tecnológica

"Bienvenidos a mi nueva ciudad preferida". David Copperfield, con una sonrisa de oreja a oreja, saludó así a los periodistas que asistieron ayer en Barcelona a la rueda de prensa de promoción de su espectáculo. Y cerró el acto dando las gracias a los presentes "por tan grandes preguntas". Hubo mucho teatro en la cita con los medios. Un anticipo del que habrá en su encuentro con el público. Desde hoy y hasta el próximo domingo, el mago de New Jersey mostrará su magia tecnológica en ocho sesiones en el Palau Sant Jordi. El novio de Claudia Schiffer volará, hará desaparecer a varias personas y hasta se partirá en dos.

Copperfield prometió que el espectáculo de Barcelona será diferente del que se vio en Madrid la pasada semana. "Habrá sorpresas", aseguró, pero se negó a revelar de qué tipo. "Tendrán que esperar y verlo", bromeó el hombre que hizo desaparecer la estatua de la Libertad en 1983. El mago, de 42 años, habló largo y tendido de él y de su magia. De su persona, dijo que es "un romántico" y que en sus espectáculos intenta compartir ese romanticismo con el público. "Si fuera cantante, cantaría canciones de amor", confesó Copperfield. Sobre su relación sentimental con Claudia Schiffer dejó entrever que va sobre ruedas. "No hagan caso de lo que dicen los periódicos de nosotros, el 98% de las veces son tonterías", comentó. Preguntado sobre qué truco usó para conquistar a la espectacular modelo, respondió como lo hace siempre: "En realidad, ella me hizo magia a mí". Así, entre bromas, transcurrió la cita. "Parece que no le gustan los fotógrafos, ¿por qué no los hace desaparecer?", interrogó al mago un periodista alertado por las prisas que demostró Copperfield en la sesión fotográfica. "Tráiganlos a mi espectáculo, verán como no los vuelven a ver más", ironizó. "Vivir para siempre" Las preguntas sobre magia las contestó Copperfield más circunspecto, pero sin pasarse. Ejemplo: "¿Qué truco le parece más difícil ?" "Vivir para siempre, aunque estoy en ello. Cuando descubra el secreto, lo compartiré con ustedes". Otro: "¿A quién haría desaparecer si pudiera?" "Al ángel de la muerte. No soporto que la gente se lleve mal. Por mi trabajo, he tenido que viajar y ver muchas horas de CNN, por lo que he comprobado que las personas no se entienden". En cuanto a las críticas que recibe su espectáculo de emplear en exceso la tecnología, el mago explicó que desde niño se ha planteado como un reto "cambiar la imagen de la magia". "He intentado apartarla de los sombreros de copa y de los conejos, haciéndola más romántica y divertida". Por eso, precisó, hace unos años hizo desaparecer la estatua de la Libertad y atravesó la Gran Muralla china, y ahora se inclina por la interactividad, como hacer desaparecer a los espectadores y volar. "Me interesa que la magia pase de mí a la gente, que todo el mundo participe de ella", sentenció Copperfield. Si para conseguirlo, vino a decir el mago, hay que echar mano de la tecnología, la física y la mecánica, bienvenida sea la ciencia. Con todo, remarcó que el 70% de su espectáculo es "manual". "La mayoría de los números son pura magia", subrayó. Copperfield ofrecerá en Barcelona ocho sesiones de su espectáculo desde hoy hasta el domingo. El sábado, el mago tiene una jornada maratoniana, con tres pases; y el domingo actuará dos veces. A causa de la gran demanda de localidades para presenciar los fantásticos números del norteamericano, los promotores han puesto a la venta entradas para una nueva sesión: el domingo a las 12.30 horas.

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