Los sindicatos acusan al Consell de "pervertir" el diálogo social por puro oportunismo político
Los sindicatos UGT y CC OO acusaron ayer al Consell en un debate en la Cadena SER de "pervertir el diálogo social" porque sólo lanzan ofertas de negociación por oportunismo político. El consejero de Empleo, Diego Such, rechazó este análisis y añadió que los constantes descensos del paro en la Comunidad no justifican la manifestación convocada por los sindicatos el próximo jueves. Mientras Such atribuyó estos descensos a la política del Consell, los sindicatos lo achacaron a la situación de bonanza económica que vive el país. La patronal resaltó su esfuerzo por dar estabilidad al empleo.
El consejero de Empleo presentó los datos del Inem correspondientes a octubre, en el que el paro descendió en la Comunidad, como evidencia de la acertada política del Consell. "Estamos satisfechos, pero seguiremos abordando el problema del paro con rigurosidad", dijo Such. Menos complacientes, los secretarios generales de UGT y CC OO del País Valenciano, Rafael Recuenco y Joan Sifre, respectivamente, reconocieron estos descensos, pero negaron que sea la mano del Gobierno valenciano la que lo haya motivado. "Es cierto que los datos económicos son buenos. Pero ¿esto es resultado de la política del Consell? A mi modo de ver, no", dijo Sifre. "Sí depende del Consell el empleo de la Generalitat y es precisamente ahí donde nos encontramos con una elevada tasa de precariedad", subrayó. Such insistió en la buena coyuntura de empleo y emplazó a los sindicatos y patronal a negociar un nuevo plan de empleo. "El acuerdo que firmamos con ustedes [sindicatos y patronal] se ha cumplido en la mitad de tiempo", declaró Such en referencia al Acuerdo Valenciano de Empleo y Formación (AVEF). "Con esas milongas, conseller, a otra parte", le respondió Rafael Recuenco, quien acusó a Such de tergiversar los datos y no informarles del grado de cumplimiento del AVEF. Sifre recriminó también al Consell por "pervertir el diálogo social" por oportunismo político. "Al día de hoy no tenemos los presupuestos de la Generalitat para 1999, ¿qué vamos a negociar?", le respaldó Recuenco. Los sindicatos reclamaron las 35 horas y lamentaron los accidentes laborales registrados en la Comunidad. El presidente de la patronal, Rafael Ferrando, pidió que las 35 horas no se regulen por ley sino que se negocien. Such insinuó que la protesta del jueves, secundada por diferentes fuerzas políticas de izquierda, responde a motivos ideológicos.
PSPV y EU se suman a la protesta
Los responsables de empleo del PSPV y Esquerra Unida expresaron ayer su decidido apoyo a la protesta sindical flanqueados por los responsables de organización de ambos partidos. Los sindicatos han llamado a la movilización de los ciudadanos contra los recortes sociales, la precariedad en el empleo y la reducción de la jornada laboral a 35 horas. Andrés Perelló, del PSPV, explicó que la manifestación convocada el próximo jueves en Valencia no es fruto de "una mera reivindicación sindical, sino la evidencia de un límite que ha venido precedido por mucha prudencia y mesura" de parte de las organizaciones sindicales. El dirigente socialista aprovechó la ocasión para cargar contra la privatización de servicios como la Sanidad y la Educación, la nula dotación presupuestaria del plan gerontológico anunciado por el PP y, en general, contra "la obscenidad" y "la arrogancia" manifestadas por el Consell de Eduardo Zaplana a lo largo de los últimos tres años. Perelló recordó que el índice de precariedad laboral, que afecta a un 33% de los contratados, se ha reducido medio punto en tres años: "A este paso acabaremos con la precariedad dentro de 200 años". El dirigente socialista invitó a los votantes del PP a extraer "dividendos" de su opción en las últimas elecciones y a sumarse a la protesta. Vicente Monteagudo, de Esquerra Unida, se ciñó más a las reivindicaciones sindicales y apuntó al "fracaso" de la política social impulsada por el Consell. Monteagudo hizo especial hincapié en la siniestralidad laboral y recordó que España cuenta con un inspector laboral por cada 27.000 trabajadores mientras que en la Unión Europea la media es de un inspector por cada 7.000 habitantes.
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