Campeones del despropósito

El Barcelona y el Real Madrid fueron ayer los dos grandes del despropósito.El equipo blanco, líder hasta esta jornada, se conformó con un empate ante el Alavés en Vitoria, tras desarrollar un juego poco esforzado y a la espera de que llegara la inspiración goleadora de los últimos partidos. Un despropósito que le costó dos puntos y el lugar de cabeza.

Pero el Barcelona le ganó ayer en este campeonato de lo absurdo. Los azulgrana marcaron primero en Oviedo, con un tanto que, de no ser por el resultado posterior, habría marcado la jornada entera: Rivaldo se libró de dos defensas (como en el partido ante la Real Sociedad en el Camp Nou) y marcó en el mano a mano (esta vez sin regatear al portero); pero la pelota había pasado bajo un pie de Kluivert, que se ya dirigía hacia ella y que simplemente evitó tocarla, consciente de que se hallaba en posición de fuera de juego.

No habrá polémica (salvo para dejar sentada la jurisprudencia teórica al respecto), porque al final ese tanto se vio superado por los dos postreros que logró el Oviedo; el último, para redondear los despropósitos, con un fallo de Hesp y un remate pifiado de Moller que la pierna de Pellegrino alojó en la red.

También se produjeron situaciones estrafalarias en el gran partido de la rivalidad vasca, jugado en Anoeta entre la Real Sociedad y el Athletic. El equipo bilbaíno acabó el partido con sólo nueve jugadores y sin portero. Y acarició el gol cuando el marcador señalaba 2-1 para los de casa. Pero Larrazábal, improvisado guardamenta que acudió a rematar, no llegó al balón, y Kovacevic recorrió el estadio entre la apoteosis para marcar a placer.

Los pinchazos del Madrid y del Barça dejaron el liderato al Mallorca, equipo que lo recupera con su línea fiel a la rentabilidad del gol único. Un tanto a cero en su partido ante el Villarreal vuelve a poner al grupo de Héctor Cúper en el liderato, tras haberlo abandonado durante una jornada.

El Atlético, otro de los grandes clubes españoles, empató en el Vicente Calderón ante el Deportivo de A Coruña, que también forma parte de esa alta sociedad merced a sus últimos asaltos al campeonato. En ese encuentro, el deportivista Donato se convirtió así en el jugador no nacido en España que más partidos ha jugado en la Liga, superando la marca de Hugo Sánchez.