El Principal estrena el primer Shakespeare de la temporada
En colaboración con el Valencia World Shakespeare Congress, es decir, con Manuel Ángel Conejero, el teatro Principal abre el menú Shakespeare de invierno con Trabajos de amor perdidos (del 11 al 15 de noviembre), en montaje de la compañía vasca Ur Teatro, al que seguirán en breve La tragedia del rey Ricardo III, con dirección de John Strasberg, también en el Principal, y Ricardo II, en el Rialto. Se trata de la primera de las obras dramáticas del autor inglés, escrita hacia 1591, aunque fue revisada y refundida en 1598 para su publicación. Se acepta generalmente que, pese a algunos defectos en la métrica y a cierta descompensación en la duración de los actos, en esta obra primeriza destaca la contundencia y la alegría que habría de caracterizar la escritura más madura del autor, en ciernes de olvidar a sus primeros maestros para ocupar directamente el lugar de Marlowe. Ur Teatro sabe ya lo que es enfrentarse a un Shakespeare, y con mucha fortuna además, de la mano de Helena Pimenta, directora de la compañía y responsable hasta ahora de todas sus puestas en escena, y quizás ha elegido esta obra porque las peripecias de la acción se desarrollan nada menos que en Navarra. Un reparto compuesto por Gerardo Quintana, Lierni Fresnedo, Félix Pons y José Tomé, entre otros muchos, interpreta la obra, según versión de la propia Helena Pimenta, con coreografía de María Muñoz y Pep Ramis y música original de F. Auzmendi y J. Olaizola. Por su parte, la sala Moratín presenta el inevitable homenaje a García Lorca con Mi querido Federico (del 12 al 29 de noviembre), recital de Mary Paz Pondal dirigido por Fernando Pereira que la emprende con el granadino después de haber dejado algo maltrecho a Miguel Hernández. La actriz, que ha triunfado en todos los teatros representando toda clase de protagonistas, da las gracias al poeta y al público "por permitirse volver a ser niña".
