El PNV cree que ETA hablará sin condiciones con el Gobierno

El PNV tiene la certeza de que ETA aceptará las conversaciones directas con el Gobierno del PP que les ha ofrecido el presidente José María Aznar, sin establecer condiciones sobre quiénes deben ser los interlocutores ni sobre los plazos. Incluso tiene la convicción de que a ETA sólo le interesa dialogar sobre la situación de sus casi 600 presos y que la banda armada ha asumido que las cuestiones políticas se solventarán a través de los partidos de ámbito vasco.

Los mensajes cruzados entre la propuesta del presidente del Gobierno, José María Aznar, de establecer contactos con ETA, del pasado martes, y la falta de respuesta de la banda al Ejecutivo del PP, en su comunicado del jueves, se interpretan desde el PNV como un pulso de la banda armada, previo a las conversaciones.Las fuentes del PNV consultadas coinciden con el portavoz del Gobierno del PP, Josep Piqué, en que el proceso de pacificación será "largo" y "complejo". No le ha sorprendido que en el último comunicado de ETA, la banda siga sin dirigirse al Gobierno y se limite a reclamar a los partidos nacionalistas el compromiso de los Pactos de Lizarra (Estella).

Pero en el PNV tampoco dudan de que, al final, ETA se sentará con el Gobierno para conversar sobre aquello de lo que puede hablar con él: la solución para sus casi 600 presos. No descartan que ETA, en esas conversaciones exploratorias que Aznar ha propuesto, presente un listado amplio de reclamaciones, pero creen que la banda tiene asumida la diferencia de campos de interlocución, establecida en el punto 10 del pacto de Ajuria Enea y recogida implícitamente en la Declaración de Lizarra (Estella): sobre los presos vascos tiene que hablar con el Gobierno del PP, que es quien tiene las llaves de las cárceles, y sobre las cuestiones políticas, es a los partidos de ámbito vasco a los que toca decidir.

Contactos

El PNV cree también que José María Aznar jugó con esta clave al ofrecer el pasado martes, de manera pública, contactos a la banda armada para explorar sus pretensiones así como su disposición a abandonar definitivamente la actividad armada. El ministro del Interior, Jaime Mayor, también lo ha ratificado al señalar que Aznar ha dado este paso con conocimiento de causa.Aznar se lo ha tratado de poner lo más fácil posible a ETA y el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, llegó a manifestar el viernes que aceptaba cualquier interlocución que eligiera ETA, incluida su representación carcelaria.

Esta decisión del Gobierno no es baladí porque los negociadores del Ejecutivo, Javier Zarzalejos y Ricardo Martí Fluxa, pueden encontarse enfrente, durante las conversaciones exploratorias, con miembros de ETA, con una trayectoria muy sanguinaria, como Juan Lorenzo Lasa Michelena Txikierdi; José Ignacio de Juana Chaos; Mercedes Galdós o Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera.

Piqué también ratificó el viernes, amparándose en el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, que el Gobierno limitará sus conversaciones con ETA a los presos y no abordará cuestiones políticas. La reclamación política que hace ETA, en su comunicado del jueves, a abordar las cuestiones políticas en el ámbito vasco, y no con el Gobierno del PP, complementan por parte de la banda la posición del Ejecutivo. Así lo contempla también el PNV. La próxima declaración de Aznar, la cuarta, se producirá en el momento en que los contactos exploratorios entre el Ejecutivo y ETA deriven en una negociación real entre ambas partes, según fuentes gubernamentales. Esta segunda parte del proceso contará probablemente con nuevos interlocutores por parte del Ejecutivo, según fuentes gubernamentales.