Un campeón a puerta cerrada
El Club Pelota Madrid juega sin espectadores por represalias federativas
La pelota vasca, el deporte autóctono español, acaba de dominar los Mundiales disputados en México. Las medallas, sin embargo, son la cara de una modalidad que tiene su cruz en situaciones a veces esperpénticas, fruto de enfrentamientos y protagonismos personales, que también impiden (ademásde su dureza en la modalidad a mano) una extensión mayor de este deporte, reducido desde hace años a España, Francia y la América hispana. A nivel nacional, aunque Navarra, el País Vasco y hasta La Rioja manden habitualmente en los torneos por federaciones, hay una excepción casi milagrosa en los campeonatos de clubes. El Club Pelota Madrid (CPM) es el campeón de España y de Europa. Pero a lo milagroso se une lo insólito: juega los partidos de casa a puerta cerrada. Otro caso más de un maltrato absurdo.
El CPM recibe hoy al Aoiz navarro en el Polideportivo Triángulo de Oro, en el barrio madrileño de Tetuán, donde ya se ha producido alteraciones de orden público ante la indignación de los aficionados que querían presenciar los partidos. El polideportivo no tiene gradas y el Instituto Municipal de Deportes (IMD) ha aplicado a rajatabla las normas, que sólo benefician las represalias de las Federaciones Española y Madrileña contra un club que no les apoyó en las elecciones hace dos años.
Cambio de avales
El cambio de avales a última hora del CPM, no dándolos al que después fue elegido presidente, Julián García Angulo, parece ser el detonante de todo. El presidente del CPM, José María Martínez, y el mejor jugador y figura del equipo, José Ignacio Ortego, fueron convencidos, tras haber dado ya su aval a García Angulo, de que era mejor la alternativa de Benito Nalda, un riojano campeón del mundo de mano parejas en Montevideo 79. Sin embargo, una duplicidad de avales impidió a Nalda tener los suficientes y llegar a la elección. García Angulo fue proclamado presidente sin contrarios y con el enfado contra el CPM. No ha sido, ni parece que será, el único caso en las elecciones federativas. En las últimas de hockey hierba, por ejemplo, aunque se tratara de un técnico, el damnificado por el nuevo poder catalán fue José Manuel Brasa, el entrenador que llevó al equipo femenino a ganar el oro olímpico en Barcelona 92. Tomó partido y fue echado, aunque ganara el juicio por despidoLa Federación Española de Pelota tiene un pasado tortuoso, pues el anterior presidente fue condenado a la cárcel en uno de los mayores escándalos de la historia federativa española.
La consecuencia de las elecciones de 1996 fue la represión. La federación madrileña, cuyo presidente es vocal de la Española, deshomologó el frontón de La Elipa, donde jugaba el CPM por no cumplir una serie de medidas reglamentarias, y desterró al CPM al Triángulo de Oro, donde hace años hubo un pacto para colocar sillas que no afectaban a los partidos, pero que ahora no se han admitido. Es una instalación absurda para la pelota, pues se concibió sólo para práctica, sin público.
La situación, sin embargo, puede cambiar, pues la denuncia sistemática del CPM de que el 90% de los frontones españoles tampoco cumplen el reglamento aplicado al de La Elipa, parece haber llevado a la federación a levantar su deshomologación para evitar un problema mucho mayor.
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