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Los críticos de Convergència en Tarragona se crecen ante la debilidad del sector oficial La dirección nacional da la espalda al actual presidente provincial, Josep Poblet

El sector crítico de Convergència Democràtica (CDC) en Tarragona empieza a dar la cara. El pasado lunes, la mitad de los presidentes comarcales y otros destacados nacionalistas de la provincia eligieron por aclamación al alcalde de Amposta, Joan Maria Roig, presidente en la sombra de CDC en Tarragona y virtual candidato a sustituir a Josep Poblet, del sector oficialista y avalado por el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals. Hasta ayer eran tres las ejecutivas comarcales que habían aprobado mociones de apoyo a la dirección nacional del partido. El propio presidente de la Generalitat debió intervenir en el conflicto para evitar una votación de confianza propuesta por Poblet.

Lo que hasta ahora era una corriente silenciosa que tan sólo osaba levantar la voz en las reuniones de partido, empieza a despertar de su mutismo. El sector crítico, que encabeza el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Mariné, se siente cada día más fuerte después que la dirección nacional convergente haya dado la espalda a Josep Poblet. La dirección nacional de CDC mantiene un pulso con Josep Poblet, quien se niega a dimitir de su cargo. El actual presidente de CDC en Tarragona se negó a hacer efectiva su dimisión después de haberla presentado al secretario general convergente, Pere Esteve, con el argumento de que primero debía someterse a una moción de confianza de la ejecutiva intercomarcal. Al final, el propio Jordi Pujol tuvo que intervenir en el conflicto frenando la pretendida votación. En la reunión del lunes en la ciudad de Amposta participaron, además de Joan Maria Roig, los presidentes comarcales de la Conca de Barberà, Priorat, Baix Camp, Montsià y Terra Alta, es decir, la mitad de las 10 comarcas tarraconenses. A la asamblea también asistieron el parlamentario catalán y alcalde de Móra la Nova, Joan Sabanza, y el delegado provincial de Trabajo, Josep Descarrega. Tanto Sabanza como Descarrega tienen un origen político común: entraron en CDC procedentes del extinto partido creado por Joan Hortalà, Esquerra Catalana. Sin embargo, algunas de estos dirigentes, como el de la Terra Alta y el del Priorat, no pertenecen de facto al sector crítico, sino que se limitan a obedecer las indicaciones de la dirección nacional del partido dirigidas a desbancar a Josep Poblet de la presidencia provincial. El pasado viernes por la noche, la agrupación comarcal de la Terra Alta aprobó por amplia mayoría una moción de apoyo a la cúpula de CDC en el pulso que mantiene con Josep Poblet. La Terra Alta se convertía así en la tercera comarca que tomaba una decisión en el mismo sentido, después de que lo hicieran el Baix Camp y el Montsià. Todo parece indicar que la Conca de Barberà lo hará en los próximos días. Solución a la crisis Ante la radicalización de las posturas de ambos sectores, oficialistas y críticos, hay algunos políticos convergentes que apuestan por una denominada tercera vía, es decir, el nombramiento de una persona de consenso para presidir el partido en la provincia. Joan Miquel Nadal, alcalde de Tarragona, es uno de los partidarios de esta solución. Lluís Badia, presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, es de momento la persona mejor situada para alzarse con la presidencia provincial de CDC. Otros nombres que han sido propuestos son el de Eduard Rius, consejero de Sanidad -descartado por su talante demasiado institucional-, y el de Benet Jané, alcalde de El Vendrell, con pocas posibilidades debido a su posicionamiento oficialista. Fuentes del partido informaron de que esta semana será decisiva para el futuro de CDC en Tarragona, pues se espera una trascendental reunión entre Pere Esteve y Josep Poblet. El actual presidente provincial podría presentar su dimisión irrevocable con el fin de no frenar por segunda vez una salida al conflicto que se ha creado. Miembros destacados del sector oficialista, consultados por este periódico, empezaron a ayer a admitir por primera vez tal posibilidad, en contra de la postura mantenida semanas atrás, pero se niegan a aceptar a Joan Maria Roig como nuevo presidente provincial. "De la misma manera que Poblet no puede mandar con la mitad de las comarcas en contra", manifestaron, "Roig tampoco podría hacerlo, aunque lo impusieran desde Barcelona". Sin embargo, tras el paso decisivo dado el pasado lunes por el ala crítica con el nombramiento de Joan Maria Roig como presidente en la sombra, parece cada vez más remota una solución consensuada. Los oficialistas, por su parte, no admitirán un nuevo presidente que no sea de la comarca del Tarragonès, la zona con mayor peso político dentro del partido.

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