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Discriminación o inferioridad

La separación de sexos en ajedrez origina protestas del Defensor del Pueblo

Leontxo García

Parece absurdo que mujeres y hombres compitan separados en el ajedrez. Pero la realidad es más compleja: las jugadoras con cabida entre los 500 primeros del ránking mundial no llegan a media docena. La disputa en Oropesa (Castellón) de los Campeonatos del Mundo de promesas ha originado protestas al Defensor del Pueblo que avivan una vieja polémica: ¿por qué las mujeres juegan peor, incluso en la categoría sub10, con campeonas rusas entrenadas intensivamente desde los cinco años?En su carta de protesta, José Eduardo Da-Riva Alonso, monitor de ajedrez con gran experiencia, califica la situación de "aberrante" y se pregunta "cómo la UNESCO y la UNICEF pueden aparecer entre los patrocinadores", además de afirmar que "los campeonatos (...) se juegan por obligatoria separación de sexos". Javier Ochoa de Echagüen, presidente de la Federación Española de Ajedrez (FEDA), matiza: "Toda chica española que desee participar en uno de los cinco torneos masculinos sólo debe demostrar un nivel técnico suficiente y pagarse los gastos, como hacen todos los participantes que no son campeones nacionales"; de hecho, una portuguesa participa en sub16. Y añade: "Aparte de que acatamos las decisiones de la Federación Internacional (FIDE), yo no veo discriminación. Eliminar las competiciones femeninas sería un claro perjuicio a las jugadoras, que ahora son libres para elegir dónde quieren competir". El ilustre atleta de fondo Antonio Prieto presenció el miércoles el Mundial en el complejo turístico Marina D"Or como directivo del Consejo Superior de Deportes (CSD): "Hemos estudiado las protestas al Defensor del Pueblo. Pero el CSD no da directrices al respecto y acepta las normas de la FIDE y la FEDA. A título personal, sugiero que se empiece por unificar las competiciones de sub10 y se ascienda paulatinamente, para evitar cambios traumáticos".

Esa opinión era compartida hasta hace unos años por Nana Alexandria, una autoridad en la materia: es una de las muchas campeonas nacidas en Georgia -donde la dote nupcial incluía tradicionalmente un tablero de ajedrez- y forma parte de una comisión especial de la FIDE: "Pero ahora creo que sería prematuro porque frustaría a casi todas las jugadoras y crearía un grave problema a las profesionales. Habría que elevar primero el nivel técnico, y eso no es fácil".

Alexandria recuerda sus sensaciones cuando disputó la final de candidatas al Mundial con la rusa Kushnir: "Yo estaba embarazada de seis meses. Aquel duelo era importantísimo para mí, pero no podía concentrarme. Los hombres no tienen esos problemas". Varios expertos en ajedrez escolar consultados por este diario señalan un hecho significativo: el interés de las niñas por el ajedrez al llegar a la pubertad decrece mucho más que el de los niños.

"Las cifras rondan el 90% entre las chicas y el 40% entre los chicos", precisa Jesús de la Villa, que trabaja como entrenador y monitor en Pamplona. La opinión general apunta hacia la educación como clave para explicar por qué sólo la húngara Judit Polgar, educada por sus padres en casa con el ajedrez como asignatura importante, logra hoy buenos resultados frente a los diez mejores del ránking y fue campeona en sub14 contra los chicos; en los cinco continentes, el obsequio de un tablero de ajedrez a una niña es casi tan raro como el de una muñeca a un niño.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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