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AUTOMOVILISMO: MUNDIAL DE RALLIES

Sainz controla a McRae y Makinen en Australia

La primera etapa del Rally de Australia ofreció un saldo positivo para Carlos Sainz (Toyota). El piloto madrileño se clasificó por delante de sus rivales en el Mundial, el finés Tommi Makinen (Mitsubishi) y el escocés Colin McRae (Subaru), y se permitió el lujo de regalar unos segundos en el último tramo del día para perder dos posiciones en la general y tener mayor ventaja al partir retrasado en la segunda etapa. Sainz acabó quinto, mientras que McRae y Makinen fueron séptimo y octavo, respectivamente. Los tres quedaron muy lejos del dominador de la jornada, el inglés Richard Burns (Mitsubishi).Burns aprovechó la ventaja que le supuso el arrancar sexto, detrás de los favoritos, en cada uno de los tramos, puesto que el orden de partida lo determina la clasificación en el campeonato. Por eso, Sainz le hizo de abrepistas, y también Makinen y McRae. Así, Burns se encontraba cada vez la pista limpia de gravilla, y sus tiempos fueron avasalladores. Logró una ventaja de un minuto sobre el resto de notables, después de conseguir el mejor tiempo en siete de los diez tramos cronometrados de la etapa.

Ese mismo razonamiento llevó a Sainz casi a detener su coche delante de la meta de la superespecial que puso fin a la jornada. Con esa inusual maniobra perdió media docena de segundos y permitió que le adelantaran en la general tanto el finlandés Juha Kankkunen (Ford) como su compañero belga Freddie Loix, que hasta entonces estaban pegados a sus talones. Esta táctica le llevó del tercer lugar que ocupaba hasta el quinto con el que afrontaba esta madrugada la segunda etapa. Ni McRae ni Makinen, que aún parten más retrasados, podrán aprovecharse de las pistas limpias para recuperarle terreno al piloto español.

Makinen estuvo a punto de jugar a favor de Sainz. El actual campeón del mundo, que es segundo en el Mundial a sólo dos puntos del madrileño, sufrió una salida de pista que dañó la suspensión trasera de su coche. Sus mecánicos lograron reparar la avería, pero a costa de tardar ocho minutos más de lo autorizado, por lo que Makinen penalizó 1m 20s y cayó a la profundidad de la clasificación. Su tarea ahora es recuperarle a Sainz el minuto de ventaja que éste acumuló gracias a ese incidente.

El bicampeón madrileño tuvo motivos para mostrarse satisfecho con el desarrollo de la etapa, aunque mediada la jornada pasó por algún apuro para seguir el ritmo de los mejores. "Tenemos que pensar en el campeonato", explicó para justificar su maniobra en el último tramo, "y cuanto más atrasado se salga, mejor, sobre todo viendo que McRae y Makinen están detrás de nosotros. Hoy [por ayer] hemos superado una etapa complicada para nosotros".

Sainz sufrió un susto en un cambio de rasante en una de las rápidas pistas forestales por las que transita la carrera, pero consiguió controlar el coche y mantener sus opciones. A lo largo de todo el día, su pilotaje fue un ejercicio de regularidad. No ganó ningún tramo, pero no se descolgó de sus rivales, a los que acabó superando claramente. "La segunda etapa puede ser la decisiva", reconoció el actual líder del Mundial, que no se mostró preocupado por la exhibición de Burns, puesto que éste no supone peligro para su candidatura al título.

Burns, que esta temporada conquistó el primer triunfo de su historial en el Rally Safari, afrontaba esta madrugada como líder cómodo la segunda etapa, con ocho tramos cronometrados y 160 kilómetros. El piloto inglés, que el año que viene cambiará su Mitsubishi por un Subaru, alcanzó una renta de 1m 6s sobre el francés Didier Auriol (Toyota), 1m 22s sobre Kankkunen, 1m 25s sobre Loix, 1m 26s sobre Sainz, 1m 36s sobre McRae y 2m 22s sobre su compañero Makinen.

Por otra parte, el Seat Ibiza del galés Gwyndaef Evans dominó ayer en la categoría de dos litros, mientras que el nuevo Córdoba world rally car, de la marca española, mostró signos de un constante progreso. En los tramos más rápidos pierde ya menos de un segundo por kilómetro respecto a vehículos más veteranos. Los responsables de la escudería esperan ansiosos la incorporación de su fichaje estrella en 1999, el italiano Piero Liatti, que ayer abandonó.

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