DECISIÓN MUY MADURADA

"Un hombre de verdad tiene que madurar largamente esa decisión", dijo Artemiusz Ihnatowicz, de cien años de edad, al casarse el pasado miércoles, por la Iglesia católica, en su pueblo de Wagrowo, en el centro de Polonia. El citado ciudadano polaco tiene por pareja a una mujer veinte años más joven que él, con la que ya contrajo matrimonio civil hace un decenio. Lo cierto es que pasó por la vicaría, dice, "para que después de mi muerte mi mujer tenga tranquilidad y la gente no hable de que si era ateo o alguna tontería". Así explicó su decisión Ihnatowicz, para quien a su edad siente "placer por el hecho de vivir junto a su esposa" con la que nunca tuvo altercados, asegura. De salud y optimismo envidiables, Artemiusz Ihnatowicz, que era ingeniero de caminos y sobrevivió a siete años en campos de trabajos forzoso en la Unión Soviética, hasta el año pasado ejercía su pasatiempo favorito, la caza. "Mi vida no ha sido fácil, he rozado la muerte varias veces, pero nunca perdí la fe y la esperanza en la gente", comentó.- ,