¿Adónde va el PSE?

Después de leer la entrevista publicada en este periódico, quisiera dirigirme al señor Odón Elorza usted y expresarle alguna de mis opiniones sobre el PSE y el papel que éste desempeña en la política vasca. Soy una mujer de 36 años con estudios universitarios en Ciencia Política y que en las últimas elecciones voté a su partido, aunque a regañadientes. Le voy a explicar por qué. Me gustaría haber podido votar a un partido que, efectivamente, fuese una alternativa al nacionalismo. Pero no una alternativa radicalizada, ni extrema, ni españolista, sino una alternativa quizás federalista y desde luego respetuosa del derecho de los euskaldunes a vivir en euskera, pero también capaz de defender, sin sonrojos ni complejos de inferioridad, a los que queremos vivir en castellano. El problema del PSE, creo yo, es que no ha sabido crear esa alternativa. No quiero pontificarle sobre nada, señor Elorza, pero no se hace oposición gobernando. La oposición (y, por lo tanto, la construcción de la alternativa política) se hace en la oposición. Estos años de gobierno en alianza con el PNV y EA le ha costado al PSE, en mi opinión, su personalidad como partido. ¿Qué defiende el PSE? No lo sé a ciencia cierta, y le aseguro que soy una atenta seguidora de la política de este país. La impresión es que carece de una estrategia de largo plazo, asentada en principios no inamovibles, pero sí firmes, y que se mueve según las circunstancias políticas del momento. No creo, señor Elorza, que la sensación que hay sobre la tardía reacción del PSE al Pacto de Lizarra sea un espejismo. Deberían ustedes plantearse (como me imagino que ya lo están haciendo) por qué es el PP quien ha logrado presentarse como esa alternativa al nacionalismo y no ustedes, cuando no hace mucho el PP no pintaba nada. Estoy segura de que su inteligencia le impedirá decir, como he escuchado en boca de militantes de su partido, que la causa han sido sus muertos, aunque sin duda hayan influido. Este es un discurso autocomplaciente y sin salida. Hay algo más, y yo creo que una de las razones de su ascenso político es que tienen un discurso (en la teoría, pero también en la práctica) más claro. Si entran de nuevo ustedes en el Gobierno vasco, van a seguir los dictados del PNV. Estoy convencida de ello. No quiero renunciar a la esperanza de que en este país tengamos una opción frente al nacionalismo más moderna y progresista que la que ofrece el PP. Pero la construcción de esa alternativa puede llevar tiempo, es trabajo de hormiguita, requiere inteligencia y sentido de la estrategia política, y, desde luego, exige autonomía del PSOE. Un saludo.-. .