Prado se presentó como "amigo de De la Rosa" ante los responsables de KIA, según su presidente
ENVIADO ESPECIAL
El presidente de la Kuwait Investment Authority (KIA), Alí Rashid al Bader, declaró ayer en la Corte de Londres que Manuel Prado se identificó ante él como un "amigo de De la Rosa", a quien quería ayudar a buscar una solución amistosa a las denuncias por la desaparición de 500 millones de dólares (7.000 millones de pesetas) de las empresas kuwaitíes en España. Pero Prado hacía esto, en 1995, mientras formaba parte de una delegación oficial del anterior Gobierno español, encabezada por el director del Gabinete de la Presidencia, Antoni Zabalza.
Meses después, Al Bader supo que Prado había recibido 1.400 millones de pesetas de Torras. Durante el juicio que se sigue en Londres por la desaparición de la cantidad citada, el centro de atención ha sido precisamente Prado y su polifacético papel como mediador oficial, receptor de dinero, celestina judicial y, dato nuevo, "amigo de De la Rosa".
Cuando Al Bader conoció por la prensa, en noviembre de 1995, que Prado, representante del Gobierno y mentor de una salida negociada al caso de Londres, era uno de los receptores del dinero reclamado, la situación debió resultar para él tan incómoda como lo ha sido su declaración ante el magistrado Justice Mance. Se debió plantear el dilema de si era posible, y políticamente conveniente, pleitear contra un teórico representante oficial del Gobierno español, pregunta simple que ayer no le formuló ninguna de las defensas.
Y la confusión es aún más notable si se recuerda que durante mucho tiempo la justicia española no hizo caso a la querella de Torras contra De la Rosa, lo que en el Emirato de Kuwait se tendía a interpretar en clave política. Finalmente, el Gobierno español incluye en su delegación un representante que se declara amigo de quien en Kuwait encarna la versión moderna del asaltante de caravanas.
Cartas falsas
El propio Al Bader, sin embargo, precisó que cuando discutió con Prado, en El Cairo y otras ciudades europeas, sobre los casos legales en España y Londres, lo hizo aparte, y no en el marco de las reuniones oficiales con el Gobierno español. Más aún, el jefe de KIA declara que las delegaciones oficiales no trataron nunca esos asuntos, y sí la situación de las inversiones de Kuwait en España. Al Bader contestó con un lacónico "sí" a la siguiente pregunta: "¿Su discusión con el Gobierno español no incluyó los casos españoles, pero su discusión con Prado, sí?".Durante esta semana también se ha tratado sobre las dos cartas falsas con firma de Manuel Prado y el membrete de la Casa del Rey que De la Rosa hizo llegar a la cúpula de KIO en 1992. El encargado de llevarlas fue el abogado Juan José Folchi. El destinatario final fue el ex presidente de KIO Fahad Mohamed al Sabaj, primer demandado en el caso de Londres.
Las cartas justificaban la desaparición de 300 millones de dólares (4.200 millones de pesetas) como supuestos pagos políticos por el apoyo de España a la operación militar contra Irak para liberar Kuwait. Aunque las cartas no se encuentran físicamente en la causa, varios testigos han confirmado que fueron entregadas en su momento al ex presidente de KIO.
Durante la sesión de ayer declaró como testigo el responsable de KIO, brazo inversor de KIA y encargado directo de sus intereses en España tras el desalojo de los anteriores gestores, Mamhoud al Nouri. Éste confirmó el desastroso cuadro que los nuevos responsables de KIA y KIO descubrieron en mayo de 1992, cuando desembarcaron en el Grupo Torras: pérdidas mensuales de 700 a 1.400 millones de pesetas, inyecciones de hasta 14.000 millones de pesetas entre mayo y noviembre de ese año... En este último mes, los nuevos ejecutivos kuwaitíes comprendieron que ya no era posible seguir manteniendo la situación y decidieron presentar la que sería la mayor suspensión de pagos de la historia española. El próximo día 17 está previsto que declare el ex presidente de KIO Fahad al Sabaj, por videoconferencia desde su casa en el paraíso fiscal y legal de las islas Bahamas. Este personaje es capital. La mayoría de los inculpados en España, encabezados por De la Rosa, exhiben gran número de cartas de Al Sabaj para justificar la mayoría de sus operaciones. El jeque niega que sean ciertas.
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