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FUTBOL / Octava jornada de Liga

Lección magistral de Mazinho

Racing y Celta firman un empate

Cada vez que Mazinho tocaba la pelota, alguien exclamaba ¡Así se juega al fútbol! Efectivamente, al primer toque, sobre el compañero mejor colocado, en largo o en profundidad. Siempre acariciando, nunca rompiendo el balón. Su lección magistral alcanzó su más bella expresión al final de la primera mitad. El internacional brasileño, eje y motor de su equipo, roba un balón en el centro del campo, avanza unos metros, dribla a un adversario, avanza el cuero hacia la derecha, dispara con fuerza y el rechace de Ceballos es aprovechado por ese ratón de área llamado Juan Sánchez.Así se juega, sí señor, como enseña el maestro Mazinho, el gran referente del Celta invicto, su mejor argumento creativo, en los primeros 45 minutos.

RACING 2 - CELTA 2

Racing: Ceballos; Tais, Merino, Txema, Arzeno, Neru (Sánchez Jara, m. 46); Víctor, Ismael (Preciado, m. 79), Shustikov; Munitis y Bestchastnykh (Vivar Dorado, m. 70).Celta: Dutruel; Michel Salgado, Cáceres, Djorovic, Berges; Makelele, Mazinho, Óscar Vales (Eggen, m. 62), Tomás (Mostovoi, m. 62); Sánchez (Gudelj, m. 90) y Penev. Goles: 0-1. M. 44. Sánchez, tras rechazar Ceballos un tiro de Mazinho. 1-1. M. 52. Víctor desvía tras controlar un centro de Shustikov. 1-2. M. 74. Centro de Sánchez y remate de Berges. 2-2. Víctor, de penalti. Árbitro: Iturralde. Amonestó a Vales, Cáceres, J. Sánchez, Arzeno, Txema, Tais y Berges.

En el segundo tiempo ya fue otro cantar. Mazinho se sentó majestuosamente en la cátedra, se caló el birrete hasta las cejas, y observó desde su atalaya cómo los jóvenes airados tomaban descaradamente el poder. La fuerza, el coraje, la velocidad, en una palabra, la pasión de los fuertes, hizo acto de presencia en el partido. Racing y Celta, gracias a esas virtudes, ofrecieron un segundo acto vibrante y emotivo, que no tenía nada que ver con la lección magistral que había dictado hasta entonces Mazinho. El público vibró con los jugadores, a quienes premió con una larga ovación al final del encuentro.

El planteamiento de Víctor Fernández fue valiente desde el principio. Michel Salgado jugó de mediocampista por la banda derecha, donde dejó ver su perfil de medio ataque. Sin embargo, fue necesario que entrara en el campo el ruso Mostovoi (m. 63) para que el equipo vigués dejara ver su verdadera voluntad de jugar al ataque.

Pero el esfuerzo desplegado por el Racing encontró su premio al término de la contienda. No hubiera sido justa una derrota del cuadro de Nando Josu que ayer celebraba su partido número 100 como entrenador de Primera División. Asimismo, el meta Ceballos jugó ayer su partido número 200 como profesional.

Nuevamente, Munitis dio vida, a base de inteligencia y de astucia a la punta del ataque racinguista. Día a día, diablura a diablura, se agiganta la figura del pequeño delantero cántabro. Si en el Bernabéu hizo tambalearse el firme pedestal de Hierro y Sanchis, y ayer hizo pasar serios apuros al tándem defensivo compuesto por Cáceres y Jorovic. Asimismo, la calidad del ruso Shustikov volvió a brillar con luz propia.

En cualquier caso, Racing y Celta jugaron como lo hacen los grandes equipos, en bloque solidario, donde todos los jugadores dan lo mejor de sí mismos en beneficio del conjunto.

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