Los empresarios consideran que el plan de ajuste de Brasil conduce a la recesión

Algunos puntos del programa de ajuste presentado el miércoles por el Gobierno de Brasil fueron ayer muy criticados por los empresarios -los calificaron de recesivos-, la iglesia y los sindicatos del país. Y muy particularmente criticaron la subida de impuestos.Según datos oficiales, el programa supondrá un aumento de la recaudación fiscal desde el 30% hasta el 31,5% del PIB en 1999. Sin embargo, analistas privados calculan que los ingresos fiscales llegarán hasta el 33,46% del PIB.

A los empresarios les preocupa que el aumento de impuestos tenga un reflejo inmediato en el aumento de precios, con el consecuente impacto negativo en el crecimiento económico. El Gobierno ya ha reconocido que el crecimiento para 1999 caerá un punto frente al de 1998 y la previsión para este año es que sea sólo del 0,5%.

Los empresarios han manifestado que el aumento del impuesto sobre movimientos financieros recaerá sobre los precios y aseguran que también resultarán más caros los productos destinados a la exportación. Pese a que la Federación de Industrias del Estado de São Paulo ha afirmado que apoyará el plan, reclama del Gobierno una reducción de los tipos de interés (cercanos al 50%), como contrapartida a las medidas. Desde el anuncio del plan, la Bolsa de São Paulo cerró con un retroceso del 0,6% el miércoles y del 4,2% ayer.

Por su parte, la Central Unica de Trabajadores (CUT), el sindicato más importante de Brasil, prepara movilizaciones para el 13 de noviembre, en protesta contra el plan. La Conferencia Episcopal brasileña también criticó el plan.

Pese a la presión, el Gobierno prevé que no tendrá dificultades para que el Congreso apruebe el plan. La amplia coalición gubernamental, que reúne a cuatro de los mayores partidos, dispone de suficientes parlamentarios.