Un ángel pasó por Brooklyn

2.00 / Comedia / La 2España, 1957 (87 minutos). Director: Ladislao Vajda. Intérpretes: Peter Ustinov, Pablito Calvo, Aroldo Tieri, Silvia marco, Maurizio Arena.Nueva York, capital Chamartín. En efecto, un más que brillante decorado de Antonio Simont ambienta la tercera y última colaboración entre Vajda y Pablo (mejor, Pablito) Calvo. En el barrio de Brooklyn, un viejo huraño y montaraz asiste atónito un buen día a una cruel jugada del destino: los hados le hacen probar un plato colmado de su propia medicina. De repente, es un enorme perro de ladrido ingrato. Sólo el cariño del infante especialista en obras pías en el que estamos pensando se apiadará del abogado Bossi (Peter Ustinov). Una sabia mezcla de costumbrismo y fantasía alicatada de resuelta y nunca molesta ternura guía los pasos de una inteligente y siempre eficaz radiografía de la cara de bobo que todo espectador reserva para las grandes ocasiones. Más sencillo, encantadora. Y todo ello, sin alcanzar las altas cimas de las otras dos obras que componen la trilogía paulina: Marcelino, pan y vino (una ácida y punzante vuelta de tuerca al adocenado cine religioso de la época filmada en 1954) y Mi tío Jacinto (la muestra más depurada que dio el neorrealismo español y que fue rodada en 1956). Así, el drama, el sentimentalismo y la endiablada gracia de unos personajes tan tontorrones como cálidos construyen una de esas cintas con las que tapizar el pudoroso (a veces, ridículo) rincón en el que habitan los mejores sentimientos.