Pinchazo en Terra Mítica
La letra pequeña del contrato de patrocinio firmado entre Terra Mítica y el Valencia seguro que no incluía que los jugadores de la plantilla valencianista debían poner buena cara cuando visitaran los terrenos donde se construye el futuro parque temático de Benidorm. Por supuesto, no la pusieron. Pero tampoco disimularon su desgana. "Dile a los fotógrafos que no me saquen fotos subido a estos todoterreno, que tengo un contrato firmado con una marca americana de coches", le dijo el rumano Adrian Ilie al jefe de prensa del club en cuanto bajó del autocar que trasladó a la plantilla valencianista a los terrenos donde se construye actualmente el parque temático. Los jugadores del Valencia, a tenor de la falta de interés que mostraron, debían preguntarse qué hacían allí y qué era eso. Se trataba de cumplir con el patrocinador, que pagará 500 millones de pesetas durante la actual temporada y la próxima. Pero como no había pelota de por medio, aquello era un rollo. Mientras Louis Van Gaal, entrenador del Barcelona, se llevó ayer a sus chicos al circuito de Montmeló para probar diversos automóviles y olvidarse un rato del fútbol, ellos allí, en aquel descampado, tragando polvo y sin entender nada. Había que echarle mucha imaginación, demasiada, para suponer en lo que se convertirá la explanada desierta que es actualmente el futuro parque temático. Y un rollo debió suponer también para los directivos -ahora llamados consejeros- del Valencia, que brillaron por su ausencia. ¿Quién ha organizado esta visita? "Nos han invitado", contestó Jordi Bruixola, jefe de prensa del Valencia. Otra versión ofreció Ana Bernabéu, adjunta a la dirección de marketing de Terra Mítica: "Nos llamó el Valencia para ver cuándo podían venir. Y quedamos en que hoy [por ayer] era el día idóneo". Así las cosas, el único que mostró una pizca de interés fue el técnico Claudio Ranieri, que escuchó las explicaciones del director jurídico de Terra Mítica Roberto Botella mientras los jugadores campaban a sus anchas, ajenos a todo los que les rodeaba. "Es un lugar impresionante; se está realizando un trabajo digno de alabar. Un lugar que aunará diversión y cultura", afirmó un dicharachero Ranieri. Entretanto, el capitán de la plantilla, Francisco Camarasa, se mostraba sincero - "es pronto para hablar, pero estoy impresionado por los terrenos"- y aguantaba la sorna de varios de sus compañeros, que a coro le gritaban: "Mentiroso, mentiroso". Pero la visita del Valencia a Terra Mítica estuvo también marcada por la falta de previsión de la organización, cuya operación de marketing y promoción pareció diseñada por aficionados. La organización no previó que la visita del Valencia al parque temático sería cubierta por un numeroso grupo de medios de comunicación, que tuvieron que soportar un sinfín de imprevistos. Mientras los futbolistas se subían a todoterrenos cubiertos, protegidos del polvo y la tierra que se levantaba al paso de los automóviles, los periodistas se montaban en jeeps descapotables, sucios y malolientes. Para rematar la faena, y cuando la visita se dio por finalizada -eran las cuatro y media de la tarde y ni promotores, ni futbolistas ni medios de comunicación habían almorzado-, Mercedes Alonso, ayudante de producción del departamento de marketing de Terra Mítica, ofreció unas "aceitunas y papas" a los periodistas que habían cubierto el acto.
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