Aznar confía en que la justicia le evite tener que decidir sobre la extradición de Pinochet

El presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó ayer la posibilidad de que la propia dinámica de la justicia, que tendrá que resolver sobre los recursos presentados por la fiscalía contra la actuación del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, evite que el Gobierno tenga finalmente que pronunciarse a favor o en contra de la extradición a España del ex dictador chileno Augusto Pinochet, actualmente detenido en una clínica de Londres a petición de Garzón.

"En función del final de los recursos, hasta es posible que esto no pueda llegar al Gobierno. A lo mejor, el Gobierno ni se tiene que pronunciar", declaró Aznar en una conferencia de prensa con el presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares. La fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido anular la orden de detención de Pinochet. El pleno de magistrados de la Audiencia Nacional se pronunciará la próxima semana sobre la competencia del juez Garzón para dictar la orden de detención. Garzón se quedará ahora con los dos procesos abiertos en España contra Pinochet, después de que el otro juez que investigaba el caso, Manuel García-Castellón, decidiera inhibirse a favor de su colega. Aznar volvió a advertir ayer de las consecuencias que podría tener la detención de Pinochet, y dijo que este ejemplo podría dificultar las salidas hacia la democracia en otras dictaduras. El presidente del Gobierno hizo ese comentario horas antes de reunirse por primera vez en La Moncloa con Fidel Castro. En Santiago, el líder socialista chileno y aspirante a la presidencia, Ricardo Lagos, apoyó la actuación institucional del presidente Eduardo Frei, que se ha opuesto al enjuiciamiento de Pinochet fuera de Chile, pero advirtió de que no se puede pedir a los chilenos que defiendan al general.